Fueron recibidos por el Papa y presentaron la red ante las distintas congregaciones de la Curia Romana
(Emilce Cuda, teóloga).- La visión relacional del hombre, en el siglo XXI, puede traducirse como «conexión», y la de comunidad como «red». Los saltos tecnológicos cualitativos han relocalizado a la modernidad en el tiempo real de la red interpelando a una nueva categorización en todas las disciplinas -de la teología a la política, de Spadaro a Marramao, de la analística a la casuística.
Hay indicios de que nadie ocupara más, en el futuro inmediato, el lugar del líder ni del saber, en ningún ámbito, con plena legitimidad, salvo que el liderazgo sea conectivo y la autoridad relacional. Los últimos acontecimientos políticos muestran que el liderazgo, hoy, deviene de la capacidad de poner en relación a personas de distintas ciudades, países, continentes, géneros, generaciones, creencias, idiomas, culturas e ideas, escuchando sus demandas más que exponiendo principios. La autoridad, ahora, deviene de la capacidad de armar una red, donde el tiempo supera al espacio, y su unidad se fundamenta en las diferencias que logre articular. Un sector de los moralistas católicos ha percibido esto hace ya más una década.
James Keenan SJ, Profesor de Ética Teológica del Boston College y Director del Jesuit Institute de esa institución, ha fundado en el año 2000 una red global de teólogos eticistas católicos que hoy cuenta con mil quinientos miembros de 6 continentes. Entre ellos hay jóvenes teólogos y también históricos nombres de la teología del siglo XX, hay laicos y religiosos, hay hombres y mujeres. Todas las culturas y todos los idiomas están representados, pero ahora en un nuevo lenguaje, el de la red que constituye la CTEWC (Catholic Theological Ethics in the Word Church).
La red que conforman estos teólogos moralistas, a diferencia de otros espacios similares, es de conexión no solo virtual, sino también física. Es una red-encarnada. La red, de manera global, se reunió físicamente por primera vez en el 2006 en Padua, luego en el 2010 en Trento y lo hará en el 2018 en Sarajevo. La ética teológica en red no es solo otra modalidad teológica, sino también un nuevo modo de ser Iglesia atenta a los «signos de los tiempos», en el sentido de una asamblea deslocalizada pero contemplando las identidades locales, generando la articulación de las distintas demandas por necesidad de las culturas particulares que van asumiendo una nueva posición en el proceso histórico que es la responsabilidad de construir el Reino de los Cielos.
En la red de la CTEWC, las posiciones ético-teológicas originadas en las culturas locales no son absorbidas por una ética-teológica totalizante sino, por el contrario, visibilizadas. Las conferencias locales de la CTEWC son una muestra de eso: Bogotá 2016, Bangalore 2015 y 2012, Krakow 2014, Berlín 2013, Nairobi 2012, Manila 2008. Cada una de las conferencias regionales se realiza efectivamente en la producción y publicación de un libro conjunto, donde cada capítulo no es solo un artículo académico en sentido teórico, sino también la puesta en argumentos de una demanda socio-cultural y su posible respuesta ético-teológica. La red de la CTEWC, sin dejar de exponer sus argumentos desde una fundamentación teológica, muestra el compromiso pastoral y misionero de sus integrantes.
Luego de 10 años de trabajo, el presidente de la red, James Keenan SJ junto a miembros del comité ejecutivo internacional (Linda Hogan de Irlanda, Antonio Autiero de Alemania, Emilce Cuda de Argentina, Kristin Heyer y Toni Ross de Estados Unidos, y Roman Globokar de Eslovenia), han sido recibidos por el Papa Francisco en audiencia privada el pasado viernes 17 de marzo en la Santa Sede del Vaticano.
Fue el momento culminante luego de una larga semana de trabajo donde presentaron la red ante las distintas congregaciones de la Curia Romana. Se reunieron con el Card. Ravasi del Pontificio Consejo de la Cultura, con el Card. Versaldi de la Congregación para la Educación Católica, con Mons. Rodríguez Carballo de la Congregación para los Religiosos, con el Card. Feloni de la Propaganda Fidei, con el Card. Farrel de la Congregación para los Laicos, la Familia y la Vida, y con el Card. Turkson del Dicasterio por el Servicio del Desarrollo Humano Integral. Tambien fueron recibidos por el General de los Jesuitas, P. Arturo Sosa SJ.
La audiencia con Francisco fue un gran estímulo para la CTEWC, no solo porque el Papa dio signos de reconocimientos a la labor realizada con esfuerzo por sus integrantes, sino porque también apoyo con entusiasmo el desafío de ahora en adelante de una ética teológica católica al servicio de construir puentes y no muros. El pontífice señaló que eso solo será posible si se lo piensa como «proceso histórico, ya que eso es la historia de la salvación para el cristianismo», y les sugirió que la ética teológica se despliegue a partir de una «hermenéutica de la unidad en la diferencia», comprendiendo que «el tiempo es superior al espacio».
La comitiva internacional de la CTEWC también tuvo actividad académica, presentando su programa en la Academia Alfonsiana, en la Universidad Urbaniana y en la Universidad Gregoriana. La red de teólogos eticistas católicos, que lejos de acordar con una ética apriorística buscan la construcción de una ética situada, plasman sus posiciones en el terreno de la investigación. Al margen de los libros publicados como resultado de cada una de las conferencias globales y regionales, la CTEWC también cuenta con una producción de libros de ética-teológica de acuerdo a temas particulares que emergen como necesidades sociales urgentes a visibilizar. La red ha publicado: Linda Hogan (ed.) Feminist Catholic Theological Ethics, Orbis, NNYY; Christiana Peppard y Andre Vicini (ed.), Just Sustainability, Orbis, NNYY; Agnes Brazal y Maria Teresa Davila (ed.) Living with(out) Borders, Orbis, NNYY; Emilce Cuda (ed), Hacia una Etica de Participación y Esperanza, Univ. Javeriana, Bogotá.
En su estadía en Roma, la palabra de los representantes de la CTEWC, no solo hizo un recuerdo de su experiencia durante los diez años trascurridos, sino que también presento su programa a futuro. En concordancia con la Iglesia en Salida que predica el actual pontífice, y que la red de teólogos eticistas católicos viene promoviendo desde el 2006, la CTEWC se propone como desafío «construir puentes». Pensando a la Iglesia como sacramento, como cuerpo de Cristo, y a los teólogos que forman parte de ese Pueblo de Dios como cristianos conectados, se elige la ciudad de Sarajevo por ser la ciudad de los puentes -un lenguaje simbólico que no es ajeno a ninguno los problemas con los que se enfrentan los eticistas en cada uno de sus continentes.