Hay muchas mujeres competentes en la Iglesia... (pero) hay que contar con ellas, invitarlas, ofrecerles ámbitos y puestos de trabajo, responsabilidades y visibilidad
(Cameron Doody).- «El Papa cree, predica e intenta que la participación activa de la mujer en la Iglesia se haga realidad». Es un proyecto en el que cree completamente Nuria Calduch-Benages, y al que ha ofrecido su «pequeño grano de arena» participando en la Comisión de Estudio del Diaconado Femenino. Comisión cuya conclusión, ha revelado esta biblista, «no está lejano», como tampoco está la esperanza de que la Iglesia, por fin, ofrezca a las mujeres «ámbitos y puestos de trabajo, responsabilidades y visibilidad» dignas de ellas.
«No puedo dar explicaciones relativas al trabajo realizado, porque así nos lo han pedido», ha afirmado Calduch-Benages en una entrevista con la Diócesis de Málaga, aludiendo a la comisión sobre las diaconisas, instituida por el Papa el año pasado, de la que es la única española que forma parte.
«El Papa nos pidió una investigación desde el ámbito histórico, teológico y antropológico, en torno al papel de la mujer en las primeras comunidades cristianas, y desde el momento en que nos convocaron hemos ido trabajando con mucha regularidad y seguimos avanzando», ha explicado. Pero ahora «estamos llegando casi al final del recorrido», y «creo que la conclusión del trabajo de esta comisión no está lejano».
En cuanto a lo que supondrá la conclusión a la que llegue la comisión, Calduch-Benages se ha mostrado cauta, diciendo sólo que «hay que ser optimistas y agradecer también todos los esfuerzos de tantas personas y en particular de varias mujeres que han ido abriendo caminos». Pero aunque se las abriera a las mujeres la posibilidad de que se hagan diaconisas, aún «queda mucho por hacer», en opinión de la biblista, ya que «en la Iglesia los varones ocupan casi todo el espacio posible, las posiciones de responsabilidad, de toma de decisiones…».
«Hay muchas mujeres competentes, responsables y comprometidas con la Iglesia que pueden hacer aportaciones muy valiosas», ha recordado esta experta en Sagrada Escritura, en Málaga precisamente para participar en las Jornadas de la Asociación Bíblica Española. Pero el problema, ha señalado, es que «hay que contar con ellas, invitarlas, ofrecerles ámbitos y puestos de trabajo, responsabilidades y visibilidad. Y eso en la Iglesia no depende en primera instancia de las mujeres».
Pero, ¿cómo se conseguirá que se ponga remedio a la ceguera por la que la Iglesia sigue obviando las contribuciones de las mujeres? Según Calduch-Benages, continuando la «lucha por la justicia» por las mujeres, la cual es «una lucha legítima y que debería ser abanderada por todos».
«La Iglesia ha hecho mucho en favor de la mujer y ante situaciones de precariedad, violencia e injusticia siempre se pone en favor del oprimido», ha reconocido la biblista. «Tenemos la responsabilidad primera de luchar por todas estas mujeres que ven pisoteados sus derechos. La discriminación, la injusticia y la opresión del más débil es intolerable».