130.000 han respondido ya al cuestionario previo al Sínodo de 2018

El cardenal Baldisseri advierte que los jóvenes aún ven a la Iglesia como un «lugar de prohibiciones»

Invita a escucharles, para saber "lo que Jesús exige de su Iglesia, y lo que debe extirparse de ella"

El cardenal Baldisseri advierte que los jóvenes aún ven a la Iglesia como un "lugar de prohibiciones"
El cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario general del Sínodo de los Obispos Agencias

A pesar de las muchas contradicciones de nuestra época, los jóvenes de hoy son más ingeniosos que los del pasado

(C. Doody/Agencias).- Muchos de los fieles jóvenes todavía ven a la Iglesia como un «lugar de prohibiciones». Esa es una de conclusiones de una primera criba de las respuestas al cuestionario preparativo para el Sínodo de Obispos de 2018 sobre «los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional», según su secretario general, el cardenal Lorenzo Baldisseri.

«Los jóvenes que han respondido en el sitio web» habilitado para este cuestionario, dijo Baldisseri en declaraciones recogidas por SIR, «son casi 130.000; las visitas a la páginas, casi 250.000». Es «un número verdaderamente grande», en palabras del cardenal, quien además recordó que el plazo para rellenar los cuestionarios es a finales del noviembre.

Baldisseri ofrecía estos comentarios en la clausura del encuentro internacional de jóvenes organizado en la curia general de los jesuitas, como preparación para el Sínodo del año que viene, el cual, dijo el cardenal, tiene el potencial de convertirse en «pieza clave de aquella renovación misionario de la Iglesia» que la Evangelii gaudium calificó como «el desafío de estos tiempos».

«Tenemos que mirar a los jóvenes no solo para que nos ayuden a entender cómo anunciar el Evangelio, sino también para tener una mejor comprensión de lo que Jesús exige de su Iglesia, lo que espera de ella, aquello que debe extirparse y luego coserse para tal misión«, dijo Baldisseri.

En cuanto al encuentro de jóvenes en Roma, el purpurado toscano explicó que trató de temas propios de su mundo, tales como «la identidad, la visión, la alteridad, la tecnología y la trascendencia», y todo esto desde un punto de vista sobre todo «realista».

«No escondimos la perplejidad que las nuevas generaciones sienten hoy en día y que muchas veces es el resultado de otras crisis, la crisis de la familia y la crisis de la sociedad», afirmó Baldisseri. Pero no es que, a juicio del cardenal, «el realismo se convirtiera en el pesimismo» durante el encuentro, ya que «a pesar de las muchas contradicciones de nuestra época, los jóvenes de hoy son más ingeniosos que los del pasado», y son asimismo «llenos de ideas y propósitos».

Tanto fue el talento para idear y proponer de los jóvenes que asistieron al encuentro, de hecho, que fueron capaces incluso de hacer proposiciones que harían del Sínodo de 2018 un evento que realmente perteneciera a ellos, según lo relatado por el cardenal Baldisseri. La propuesta, por ejemplo -descrita por el purpurado como «buena idea»- de que haya en el Sínodo un grupo de gente de las nuevas generaciones actuando como auditores, para que se impliquen al máximo en las reuniones y para que intermedien «en las reuniones entre los obispos y los jóvenes».

Los asistentes a la cumbre incluso tuvieron otra idea respeto a su implicación en la Iglesia más allá del Sínodo: la de contar con jóvenes de forma permanente en algunas de las instituciones vaticanas. Un deseo que «estuvo fuera de nuestra competencia» resolver en el taller, dijo Baldisseri, pero que no obstante «se podría remitir a los padre sinodales».

«Somos una familia, escuchémonos y crezcamos juntos»

Mientras tanto, el Vaticano dio a conocer este martes, a través de un comunicado, sus propias conclusiones sobre este seminario internacional sobre la condición juvenil en el mundo, el cual contó, según afirmó la Santa Sede, con la participación de 82 invitados de los cinco continentes: 21 jóvenes, 17 expertos de las universidades eclesiásticas, 15 expertos de otras universidades, 20 formadores y operadores de pastoral juvenil y vocacional y 9 representantes de organismos de la Santa Sede. Desde un punto de vista geográfico, 52 de los participantes en el seminario eran de Europa, 18 de las Américas, 7 de Asia, 4 de África y uno de Australia.

Las ocho sesiones que tuvieron lugar en el encuentro, afirmó el Vaticano, han contado con la intervención de expertos en diferentes temas y con la participación en el debate posterior por parte de todos los participantes.

De este modo, el primer día, en la sesión de «Los jóvenes y la identidad», tuvieron lugar dos conferencias por parte de dos expertos: monseñor Philippe Bordeyne, del Instituto Católico de París, y la fundadora de la asociación Nuevos Horizontes, la italiana Chiara Amirante. En este contexto, surgieron varios temas, entre ellos la importancia de la educación para la formación de una identidad completa que responda a la necesidad de orientación y de reconciliación compartida por muchos jóvenes.

Asimismo, en la última sesión se hizo un balance y se indicaron perspectivas en vista del próximo sínodo. Los jóvenes presentaron un video en el que sintetizaron su experiencia, resumida en la frase: «Somos una familia, escuchémonos y crezcamos juntos». Este eslogan pone de relieve el deseo de los jóvenes de encontrar en la Iglesia una casa, una familia y una comunidad donde maduren sus propias opciones de vida y puedan contribuir al bien común.

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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