Hay muchas posibilidades de que finalmente la secretaría de Estado y la Gendarmería den el visto bueno para una visita papal a Sudán del Sur, adonde acudiría con el arzobispo de Canterbury, Justin Welby
(J. B./Télam).- Chile, Perú, Irlanda, Sudán del Sur, Litiania, Estonia, Letonia, India… El Papa Francisco visitará países de cuatro continentes a lo largo de 2018, en un programa que irá acercando al Pontífice a dos de los destinos más ansiados por un Obispo de Roma: Rusia y China.
Después de haber visitado Portugal, Egipto, Colombia, Bangladesh y Myanmar a lo largo del año que ahora concluye, Bergolio arrancará sus viajes apostólicos en Chile y Perú, países que recorrerá entre el 15 y el 21 de enero. A la espera queda, una vez más, el ansiado viaje a Argentina.
Éste es el único viaje confirmado hasta el momento, aunque es más que probable que, en las próximas semanas, Roma haga oficial la visita papal a Irlanda, para presidir el encuentro mundial de familias que se hará del 21 al 26 de agosto en Dublín.
Antes de ese viaje, hay muchas posibilidades de que finalmente la secretaría de Estado y la Gendarmería den el visto bueno para una visita papal a Sudán del Sur, donde el pontífice tiene intenciones de ir en un viaje ecuménico junto al líder anglicano Justin Welby para llevar consuelo y protección a los cristianos perseguidos, y que hubo de postergarse hace unos meses por la violencia en la zona.
Para el último tramo del año, la diplomacia vaticana ya está considerando un viaje a los países bálticos, con eje en Lituania, en otro acercamiento más a Rusia, después de la visita de cinco días que hizo este año el secretario de Estado Pietro Parolin y que incluyó un encuentro privado con Vladimir Putin. El canciller vaticano monseñor Paul Richard Gallagher tiene en agenda un viaje a Lituania a mediados de enero para reunirse con su par Linas Linkevicius en vistas de la preparación de esa posible visita que incluiría además Estonia y Letonia.
En ese marco, el embajador ruso ante la Santa Sede destacó esta semana «la cercanía de nuestras posturas en materia de política exterior», en referencia a los acercamientos entre Roma y Moscú. «Tome cualquier problema internacional relevante y advertirá enseguida la cercanía de posturas del Vaticano y Rusia», aseguró en declaraciones a la agencia Sputnik.
Por último, la posibilidad de un regreso de Bergoglio a Asia tras el viaje a Bangladesh y Myanmar en noviembre pasado dependerá de la voluntad que note la Santa Sede de parte del gobierno indio. El cronograma original de 2017 incluía una ida a ese país pero el Vaticano no notó el entusiasmo esperado desde Nueva Delhi.
Para 2018, la posibilidad de un viaje a India sigue latente, en un contexto en el que se confirmarán los pasos de acercamiento a China, con la realización por primera vez en la historia de una muestra de los museos vaticanos en la ciudad prohibida de Beijing a partir de abril.
Tanto en los acercamientos a China como a Rusia el principal consejero de Bergoglio es el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal italiano Pietro Parolin, artífice de la muestra inaugurada a mediados de diciembre en Moscú con el título «Los Romanov y la Santa Sede: 1613-1917», que repasa 300 años de relaciones bilaterales.
