"Quien quiera conocer a Jesús debe mirar a la cruz, donde se revela su gloria"

Francisco: «El cristiano es el que da la vida por los otros, sin pensar en su propio interés»

El Papa animar a acompañar a quienes sufren: "Es el modo más auténtico de vivir el Evangelio"

Francisco: "El cristiano es el que da la vida por los otros, sin pensar en su propio interés"
Ángelus del Papa

Con su Encarnación, Jesús viene a la tierra. Pero eso no basta, tiene que morir para rescatar a los hombres y darles una nueva vida, reconciliada en el amor. A ti, a mí, a cada uno de nosotros

(Jesús Bastante).- Angelus papal, con el Evangelio del grano de trigo en el fondo de la reflexión de Francisco, quien también tuvo un recuerdo para el viaje que ayer realizó a Pietrelcina, «una visita que no olvidaré». En sus palabras, Bergoglio abundó en la idea de que el cristiano es como el grano de trigo, «que se entrega y da la vida por los otros, sin pensar en su propio interés«.

«Quien quiera conocer a Jesús debe mirar a la cruz, donde se revela su gloria», afirmó el Papa. «El Evangelio de hoy nos invita a dirigir nuestra mirada al crucifijo, que no es un objeto ornamental ni un accesorio de vestir, ¡a veces maltratado!, sino un signo religioso para contemplar y comprender», recordó.

Así, el Papa invitó a «pensar menos en nosotros mismos» y a «cumplir con alegría» nuestra misión como creyentes. «Mirad el crucifijo, pero mirarlo dentro», pidió Francisco, recordando la «bella devoción» del PadreNuestro de las cinco llagas.

«Tratemos de entrar en las llagas de Jesús, dentro, hasta su corazón, y allí aprenderemos la gran sabiduría del misterio de Cristo, la gran sabiduría de la cruz», señaló Francisco, quien recordó que el propio Cristo, «para explicar el significado de su Resurreción», utiliza esta parábola. «Si el grano de trigo no muere queda infecundo, pero si muere da fruto«.

«La cruz, la muerte y la Resurrección, es un acto de fecundidad. Las llagas de Jesús nos han curado, con una fecundidad que dará fruto para muchos», señaló Bergoglio. «Con su Encarnación, Jesús viene a la tierra. Pero eso no basta, tiene que morir para rescatar a los hombres y darles una nueva vida, reconciliada en el amor. A ti, a mí, a cada uno de nosotros».

 

 

Por eso, pidió el Papa, «ve a sus llagas, entra, contempla, mira a Jesús, pero desde dentro«. El dinamismo del grano de trigo, «que se cumple en Jesús, debe realizarse en sus discípulos», añadió, pues «estamos llamados a perder la vida para recibir la nueva y eterna».

¿Qué significa perder la vida, ser el grano de trigo? «Significa pensar menos en nosotros mismos, en los intereses personales, y saber ver y salir al encuentro de las necesidades de nuestro prójimo, en especial de los últimos».

«Cumplir con alegría obras de caridad a los que sufren en el cuerpo y el espíritu es el modo más auténtico de vivir el Evangelio, es la simiente necesaria para que nuestras comunidades crezcan en fraternidad y acogida recíproca» concluyó Francisco. «Quiero ver a Jesús, pero verlo desde dentro. Entra por sus llagas y contempla aquel amor de su corazón para ti, para ti, para mí, para todos…».

 

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Autor

Jesús Bastante

Escritor, periodista y maratoniano. Es subdirector de Religión Digital.

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