¡Coraje! ¡Avanzad para nuevos horizontes! No tengan miedo de correr riesgos yendo a los pobres y los nuevos sujetos emergentes en el continente
(Jesús Bastante).- «Es un gesto único, entre ‘iguales'». Así resume el hermano Ignacio Etges, provincial marista y uno de los responsables de la CLAR (Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos y Religiosas), que durante años vivió estigmatizado por acusaciones de cercanía a la Teología de la Liberación y «rebeldía». Y cuya directiva fue recibida el viernes por Francisco, quien se sentó con ellos «en círculo» durante más de una hora, y a los que animó a profundizar «en la mística y la profecía«, a no dejar de lado a los pobres y continuar siendo «la columna vertebral de la Iglesia«.
Citando al cardenal Pironio, en proceso de beatificación, Bergoglio dijo a la directiva de la CLAR que «la vida religiosa es para la Iglesia como la quilla para un navío«. La coluimna vertebral del barco, la que abre caminos, la que une a todos sus miembros. Durante más de sesenta minutos, religiosos y Papa debatieron sobre la vida religiosa en América Latina, el presente y el futuro de las congregaciones religiosas y su papel de anuncio y denuncia en mitad de un mundo globalizado.
Para Ignacio Etges, se trató de una experiencia única. Por encontrarse con el Papa, por que éste eligiera el modo de acercarse a ellos. «Sentarse en un pequeño círculo significa todo -apunta- Es un gento de kénosis muy visible, de unidad y de hacerse uno con nosotros. La simplicidad y sabiduría con las que el Papa condujo nuestro encuentro fueron admirables».
Durante la audiencia, el Papa pidió a los religiosos que «no tengan miedo» de continuar llevando su misión a los límites y las fronteras. «¡Coraje! ¡Avanzad para nuevos horizontes! No tengan miedo de correr riesgos yendo a los pobres y los nuevos sujetos emergentes en el continente«, apuntó Bergoglio, quien concluyó el encuentro agradeciendo a la vida religiosa ser «señal y testimonio del Evangelio» en muchos lugares de América Latina y Caribe.