Mañana, las 11:30 a.m. se celebrará una eucaristía funeral por el Hno. de San Juan de Dios Miguel Pajares, en la capilla del Hospital San Rafael de Madrid
El director de la ONGD Juan Ciudad y portavoz de la orden San Juan de Dios, a la que pertenecía el sacerdote Miguel Pajares, José María Viadero, ha destacado la dedicación del religioso fallecido «al servicio de los demás» y «de manera especial a África». Del mismo modo, ha reconocido que están viviendo «un momento muy duro» tras este fallecimiento, el tercero de un miembro de la orden.
Viadero ha leído un comunicado ante los medios en el que ha señalado que han recibido «con dolor», la noticia del fallecimiento del hermano Miguel Pajares. En este sentido, ha enviado, en nombre de la orden» condolencias «a la familia de Miguel Pajares y a la familia de San Juan de Dios».
«Como sabéis, hemos perdido a dos hermanos más: a una hermana de la congregación de las misioneras de la Inmaculada Concepción y a varios colaboradores de la orden en Monrovia, todos a causa de esta epidemia del ébola», ha recordado. Mañana, las 11:30 a.m. se celebrará una eucaristía funeral por el Hno. de San Juan de Dios Miguel Pajares, en la capilla del Hospital San Rafael de Madrid, Serrano nº 199. El traslado y entierro de las cenizas será un acto privado
El portavoz ha explicado que el superior general de la orden hospitalaria ha pedido a todos los que les escuchen que se sientan «unidos en la oración la hospitalidad y la fraternidad». «La orden hospitalaria agradece todas las muestras de apoyo que ha recibido desde las administraciones públicas, de la sociedad en general, los medios de comunicacion y, particularmente, el buen hacer de los profesionales del hospital Carlos III que han atendido al hermano Miguel», ha concluido.
El cuerpo de Miguel Pajares ha sido incinerado en el tanatorio de la localidad madrileña de Villalba, tras fallecer a causa de las complicaciones derivadas del ébola en el hospital La Paz-Carlos III a las 9.28 horas.
Según confirmaron fuentes del tanatorio y de la Consejería de Sanidad, el cadáver fue trasladado directamente al tanatorio desde el centro hospitalario en un féretro sellado. Nada más llegar fue introducido en el horno crematorio.
El cadáver ha sido incinerado de acuerdo con el protocolo establecido en estos casos por el Ministerio de Sanidad, a fin de garantizar la seguridad del personal sanitario, funerario y de la ciudadanía.
Al sacerdote español Miguel Pajares, fallecido esta mañana en el Hospital Carlos III de Madrid por el virus del ébola, no se le puede realizar una autopsia debido a la elevada carga viral de los fluidos corporales, como así lo establece el protocolo de actuación ante estos casos.
Además, en el procedimiento de actuación del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) del Ministerio de Sanidad, el cual se consensuó con los responsables de alertas sanitarias de las comunidades autónomas, establece que el trato de los cadáveres de personas fallecidas por esta enfermedad debe limitarse a personal entrenado.
Pajares ingresó el pasado jueves en el Hospital Carlos III de Madrid tras ser repatriado desde Liberia. Había contraído la enfermedad en el país africano por su trabajo en el hospital San José de Monrovia. El sacerdote llegó acompañado de la hermana Juliana, que no padecía la enfermedad pero que también fue ingresada como medida preventiva.
Obras Misionales Pontificias, en nombre de los 13.000 misioneros y misioneras españoles, se une a la oración y al dolor de la Orden Hospitalaria san Juan de Dios y de los familiares del Hno. Miguel Pajares, que ha entregado su vida al servicio de la evangelización. La enfermedad del ébola ha sido la causa próxima de su muerte, pero la causa última ha sido su entrega a Dios sirviendo a los más pobres, en los últimos y excluidos. La vida y la muerte del Hno. Miguel es un indicador más de la donación radical que contemplamos en cada uno de nuestros misioneros esparcidos por los cinco continentes.
La muerte del Hno. Miguel Pajares, que ha merecido el reconocimiento unánime de todos los españoles, es una oportunidad para recordar a tantos otros que de manera más discreta y silenciosa entregan su vida en la misión. Allí han quedado sus cuerpos y sus vidas rodeados de la cercanía y el acompañamiento de las gentes a las que han entregado la existencia y del dolor de quienes les vieron partir para la misión. Es una nueva oportunidad para reconocer la labor humanitaria y evangelizadores de estos testigos de la fe.
«Las circunstancias que han concurrido en la enfermedad y el traslado del Hno. Miguel Pajares desde Liberia a España han desvelado la solidaridad del pueblo español con los misioneros y la rápida y eficaz implicación del Estado para poder ayudarle con los medios a su alcance. Una vez más los medios de Comunicación social expresan la sintonía, el reconocimiento y la admiración ante estos hombres y mujeres que dan la vida por los demás, como genuinos voluntarios», subrayó en un comunicado Anastasio Gil.
(Rd/Agencias)