Hay que reflexionar sobre la metáfora del prójimo: ¿Quién es nuestro próximo? ¿El de Alepo, el de Rumanía?
A vueltas con lo social es el título del tercer Foro de la Provincia Ibérica marista, que se celebra el 28 de febrero en Madrid. Antonio Tejedor e Inma Maíllo son miembros de su equipo de Pastoral Social. El encuentro «es una oportunidad no sólo para reencontrarnos con Jesús, sino para hacer vivo el Evangelio en el día a día«, apuntan.
¿Qué es este equipo de Pastoral Social?
Es el equipo encargado de animar y coordinar todo lo que tiene que ver con la implicación social. Tenemos el reto fundamental de favorecer la solidaridad en los centros educativos, y también de coordinar las obras sociales que tiene la Provincia Ibérica. Por ejemplo Sed, Espiral, Ausarche y otras obras sociales. Poquito a poco ha ido creciendo y evolucionando. Yo estuve durante cuatro años en el equipo directivo de Espiral y la verdad es que es de agradecer la implicación que tienen todos los educadores y voluntarios. Igual que la gente de Sed, evidentemente, echándonos una mano en cada ocasión.
Lo que está claro es que la vocación por lo social, y la dedicación a ello, son parte del carisma del fundador de los maristas. Ahora estáis de bicentenario, recordándole. Contadnos un poco el congreso A vueltas con lo social. Estoy viendo que hay interventores muy interesantes, no sólo por la categoría (el caso del Secretario General de Cáritas), sino por la intervención a pie de calle: habrá personas que hablarán de sus experiencias en la Cañada Real, en la Casa de Todos en Sevilla…distintas experiencias.
Y una sorpresa que tenemos preparada, que no está en el papel: Hemos podido contactar estos días con los Hermanos Azules. Los Maristas Azules de Alepo. Y tenemos ya casi casi segura la conexión en directo con alguno de los hermanos que están trabajando allí. Habrá que cruzar los dedos para que en ese momento Internet funcione…
Una labor impresionante, la que hacen. Nosotros, siempre que nos la envían, sacamos la carta. ¡Lo que están viviendo y lo que están haciendo en el centro del horror! Efectivamente, Alepo está a muy pocos kilómetros de donde está el Estado Islámico haciendo de las suyas.
Sí. Y, además, la visión que dan es de esperanza. A Antonio y a mí nos invitaron hace poco para reflexionar sobre cuáles son los retos del bicentenario: qué nos exigen los pobres de hoy. Y tuvimos la fortuna de poder estar con ellos y compartir su experiencia. Es una oportunidad no sólo para reencontrarnos con Jesús, sino para hacer vivo el Evangelio en el día a día. La experiencia interreligiosa es enriquecedora: no todos los sirios buscan el enfrentamiento, sino que son personas próximas que buscan el enfrentamiento, que se ayudan unos a otros, que en esta situación de guerra, están todos a una, trabajando.
Musulmanes y cristianos se han defendido ante la muerte de un niño, y no al revés… Eso se ha visto. No es el tema de la entrevista, pero sí que es muy interesante poder hablar de la labor que realizan estos «santos de hoy». Muy comprometida.
Sí que tiene que ver. Porque este Foro lo que pretende es profundizar acerca de cómo los pobres nos evangelizan.
Fundamentalmente no somos una ONG, que también se dice, sino que la ayuda que reciben de nosotros es recíproca. Somos hermanos y hermanas en la fe e intentamos descubrir el rostro de Jesús en las experiencias sufrientes. Insistimos en que la solidaridad sea un proceso que permita también la conversión personal. Ayudar para crecer. Para nosotros debe ser una oportunidad de enriquecimiento.
En el Foro tendremos una parte más teórica, con el privilegio de contar con Sebastián Mora, que nos invita, como el Papa Francisco, a ir a las orillas. O, como dice Marcelino Champagnat, a traspasar e ir a aquellos que más nos necesitan. Pero, por otro lado, también queremos poner los pies sobre la tierra: la reflexión teórica está bien para entender cómo una situación de dificultad puede ser al mismo tiempo una oportunidad, pero también hay que poder demostrarlo. Porque a veces nos quedamos simplemente en la superficialidad. Buscamos recibir nosotros un beneficio por involucrarnos en actividades de voluntariado. Vinculado a la solidaridad con la Iglesia, nosotros hablamos de «servicio social». Pero a veces nos quedamos simplemente en esa experiencia y no ahondamos en la transformación social, como sí está haciendo el Papa Francisco, construyendo el Reino aquí, hoy.
…No esperar a que muramos y resucitemos, sino traerlo a la tierra.
Llevar la Buena Nueva a todos aquellos que la necesitan. Hay que transformar la sociedad porque hay una serie de estructuras que lo que están generando es exclusión, el enriquecimiento sólo de algunos y la despersonalización.
La despersonalización de la indiferencia, que también lo decía el Papa Francisco.
Cuando la gente ve que a alguien le están haciendo daño y se inhibe, y se queda atrás, se cae abajo todo el trabajo que estamos haciendo.
Como cuando seguimos comiendo mientras vemos tantas muertes en el telediario. Parece que nos hemos acostumbrado a que eso exista, a que forma parte de la vida, porque no nos inmutamos.
Exacto, pero detrás de eso, que existe y forma parte de la vida, hay nombres, hay personas que nos tienen que importar y mover.
Sobre todo, la proximidad. Hay que reflexionar sobre la metáfora del prójimo: ¿Quién es nuestro próximo? ¿El de Alepo, el de Rumanía? A veces, para vivir experiencias de solidaridad con los más pobres pensamos que tenemos que irnos a Siria o cruzar el charco. Cuando, en realidad, simplemente lo vemos nuestro día a día. Pero, porque está tan cerca, nos hacemos los indiferentes. A mí me gusta mucho un cartel de hace años de Cáritas, que ponía dos imágenes: la de una escultura que estaba en la calle y la de una persona que también lo estaba, sin hogar. Y decía que ambas estaban en la calle pero que a una la veíamos y a la otra no la queríamos ver. Por eso tratamos de visibilizar comprometiéndonos con la transformación social. Entendemos que eso es lo que no pide el Evangelio: realizarlo y hacerlo vida en el día de hoy.
Contadnos de estas tres experiencias: la Cañada, La Casa de Todos…en las que vais a profundizar en el Foro. ¿Por qué se han elegido? ¿Qué simbolizan?
Hasta ahora hacíamos el Foro sólo a nivel de los colegios maristas, porque lo hacíamos en la residencia que teníamos en Alcalá de Henares, que nos daba una cierta limitación. Este año hemos querido romper esa limitación y abrirlo a todas las instituciones que no sean de maristas, da exactamente igual. Todos somos seguidores de Jesús, inquietos ante esta realidad de la persona que sufre. Y al abrirlo, hemos querido ofrecer a las personas invitados muy llamativos, que merezcan la pena. El trabajo que se está haciendo en la Cañada Real creo que es muy significativo. Él lo está haciendo chapó y es lo bastante provocador para que nos deje tocados.
Osoro, el arzobispo de Madrid, fue y volvió muy tocado.
Sí, porque es una experiencia que conmueve. Por eso hemos ido a buscarla. Queremos que conmuevan un poco el interior y la gente diga que hay que cambiar. En definitiva, el cambio personal, lo estamos viendo ahora, es el que produce el de las instituciones de la sociedad.
Buscamos gente comprometida, que se arremangue, sin superficialidad. En este sentido, Beatriz Quispé trabaja sobre todo con el colectivo de inmigrantes de Ecuador. Ella sí que tiene una trayectoria muy amplia y la realidad de la inmigración lo mismo: está muy presente en España desde hace años. Las personas que son invisibles porque no tienen papeles o porque no tienen derechos. En estos momentos de dificultad, también ellos lo están pasando mal y se sienten todavía más amenazados por la crisis.
Más que los que tenemos un sistema familiar o de amistad que ya es un código de seguridad.
Queríamos hacer presente esta realidad con la que convivimos pero que tampoco queremos ver muchas veces. En el número de noviembre de la Revista Vida Nueva ella profundizó en cómo las migraciones tienen que comprometer la evangelización y la doctrina social de la Iglesia. Ella, además de ser trabajadora social, lleva años en movimientos obreros en Sudamérica. Fue coordinadora allí. Así que también es tremendamente significativa.
Y de Ernesto Tendero qué decir, que es un hermanito marista que ha tenido mucha trayectoria. Es de los primeros fundadores de Espiral. Él está en el Noviciado y desde allí, en Sevilla, ha creado esta asociación, La Casa de Todos. Invita a participar, no puede evitar el compromiso social. Nos parecía que su visión creyente es muy importante, incorporada a un Foro también de laicos que siguen en esta línea de lo social. Por eso precisamente hemos elegido a estas tres personas para que nos pongan los pies en la tierra. Para que nos den una visión esperanzada de esta realidad compleja. Aunque es difícil, entre todos, poco a poco, podemos conseguir esa transformación social. Hacer realidad el Reino de Dios en la tierra. No tener que esperar. Y que se nos remueva la compasión, que al mismo tiempo quiere decir actuar con pasión.
El uso de las palabras, que a veces olvidamos, es muy interesante. Conmover, moverse con los demás… Muchas de las expresiones que estás utilizando tienen un sentido más profundo del que a veces le damos. Estábamos viendo todas estas experiencias de caridad y compromiso. Tendréis también música, con el concierto de Álvaro Fraile… ¿Cómo puede alguien que escuche esta entrevista participar? ¿Qué tiene que hacer, qué le cuesta…?
Lo importante es que se inscriban, para que nosotros podamos coordinar toda la logística. Entrando en la página de los maristas de Ibérica se encuentra, junto al logotipo del Foro. No tiene pérdida. Se meten los datos en la inscripción y es automático. Incluso, si alguien no pudiera hacerlo antes, allí mismo podría inscribirse. Tenemos sitio de sobre, comedores grandes, ningún problema.
También hay un correo de contacto que es [email protected] al que se puede enviar un mail en caso de duda sin inconveniente. Le atenderemos. Es importante también decir que la asistencia cuesta diez euros, que serán destinados a proyectos sociales, como no podría ser de otra forma. Incluye una carpeta, que ha sido donada por Khaf y por Edelvives, que es marista también. Al mismo tiempo, un libro que ayudará a reflexionar muy en la línea del Foro. El Camino de la Paz, de Xabier Pikaza, que es fantástico. Incluye también la comida, en el colegio, que es muy amplio, y también la entrada al concierto.
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