Rezó frente al corazón incorrupto de san Roque González de Santa Cruz, el primer santo paraguayo
Francisco volvió a saltarse el protocolo y, antes de retirarse a descansar en Nunciatura, pasó por la iglesia de Cristo Rey, perteneciente a la Compañía de Jesús, donde rezó frente al corazón incorrupto de san Roque González de Santa Cruz, el primer santo paraguayo. Luego mantuvo un breve encuentro con los jóvenes jesuitas, a quienes les pidió rezar por él y que ¨hagan lío¨
El Papa pasó unos breves instantes de oración frente al corazón de san Roque, y luego saludó a una treintena de sacerdotes jesuitas que, avisados de este breve encuentro en privado, se dirigieron a la escuela. Entre los presentes estaba el padre Alejandro Tilve, superior provincial de los Jesuitas en la Argentina y en el Uruguay.
Tras el saludo a los sacerdotes, el papa Bergoglio pasó a un predio cubierto anexo a la iglesia y perteneciente al colegio Cristo Rey, donde lo esperaban varios jóvenes jesuitas. Allí brindó un discurso espontáneo en el que instó a la responsabilidad, al empeño y al anuncio del Evangelio con alegría.
Como ocurrió en julio de 2013, cuando se encontró con los jóvenes argentinos en la catedral de Río de Janeiro, Francisco volvió a pedirle a estos jóvenes que «hagan lío» y sean fervorosos discípulos del Señor.
Antes de despedirse, el Papa les pidió: «Recen por mí». Los jóvenes le gritaron: «Ita, ita, ita, el papa jesuita», mientras que el papa divertido les pidió que rezasen y les dedicó el ya famoso: «Hagan lío».
(RD/Aica)