En un mundo y una Iglesia en cambio, ha de decidir si apuesta por el "estilo Francisco", y por lo tanto renueva sus modos de actuar y se abre al conjunto de la institución; o aboga por el continuismo y la férrea observancia de sus normas inamovibles
(Jesús Bastante).- Son una de las organizaciones con mayor influencia en el interior de la Iglesia católica. La única Prelatura personal del mundo, el Opus Dei, elige hoy a su nuevo prelado, después de la muerte de Javier Echevarría. Fernando Ocáriz y Mariano Fazio son los dos candidatos, en un momento en que la Obra decide mucho más que un nombre.
Tras la apertura del congreso este fin de semana, será hoy cuando los 94 sacerdotes -mayores de 40 años, con al menos diez años en la Prelatura- miembros del Congreso General Electivo deban elegir a su prelado, el primero que no trabajó directamente con su fundador, Josémaría Escrivá de Balaguer.
La situación es bastante distinta a cuando, en 1994, Echevarría sustituyó a Álvaro del Portillo. Entonces, un Opus Dei en crecimiento constante -llegaron a superar, con creces, los cien mil miembros-, hacía y deshacía casi a su antojo en la Iglesia romana. Juan Pablo II acababa de beatificar -con bastante polémica, todo hay que decirlo- a Escrivá, y destacados miembros de la Obra formaban parte del círculo íntimo de Wojtyla.
Hoy, la realidad el Opus dei, según sus datos, está en 92.500 miembros, procedentes de casi un centenar de países. El 57% son mujers, y el 70% están casados. Apenas 1.900 de los miembros de la Obra son sacerdotes. En su web, se habla de 600.000 «cooperadores y participantes», aunque nadie duda que su influencia se ha reducido mucho en los últimos años, al igual que lo que ha sucedido en otros movimientos, muy efectivos en tiempos de Juan Pablo II, como los Kikos o Comunión y Liberación.
Tras la primera criba llevada a cabo por la «Asesoría Central» (las mujeres de la Obra), hoy se procederá a las votaciones. Una vez realizada la elección y aceptada por el elegido, se solicita la confirmación del Santo Padre, que es quien nombra al prelado del Opus Dei.
Una vez elegido el prelado, los congresistas se reúnen durante varios días para la designación de los integrantes de los consejos centrales que asisten al prelado en el gobierno de la prelatura. Finalmente, los congresistas examinan el estado de la prelatura y de las actividades apostólicas en todo el mundo. Las propuestas son estudiadas en sesiones plenarias, que determinan las directrices para el gobierno de la prelatura durante el periodo de ocho años que se abre hasta el siguiente Congreso general ordinario.
El vicario auxiliar de la Prelatura, Fernando Ocáriz, es el principal candidato, sin menospreciar al vicario general, el argentino Mariano Fazio, más joven e implicado en las reformas de Francisco.
Fernando Ocáriz nació en París el 27 de octubre de 1944, y estudió Ciencias Físicas en la Universidad de Barcelona. Obtuvo la licenciatura en Teología en la Pontificia Universidad Lateranense en 1969 y el Doctorado en la Universidad de Navarra en 1971, año en que fue ordenado sacerdote.
Desde 1986 es consultor de la Congregación para la Doctrina de la Fe y desde 1989 Miembro de la Pontificia Academia Teológica Romana. Fue nombrado Vicario General de la Prelatura del Opus Dei el 23 de abril de 1994. El 12 de de diciembre de 2014 fue nombrado Vicario auxiliar.
Por su parte, Mariano Fazio es mucho más joven, y tiene a su favor los «vientos bergoglianos», si es que, como afirman sus responsables, la Obra desea acercarse al Papa Francisco. Nacido en Buenos Aires el 25 de abril de 1960, su elección aseguraría un mandato largo.
Fazio es licenciado en Historia por la Universidad de Buenos Aires y doctor en Filosofía por la Universidad Pontificia de la Santa Cruz. Recibió la ordenación sacerdotal en 1991 de manos de san Juan Pablo II, tras haber trabajado 7 años en Ecuador como profesor de Filosofía del Derecho y editorialista del diario El Telégrafo.
Desde 1996 a 2002, en Roma, fue el primer decano de la Facultad de Comunicación institucional de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz y luego Rector de esa universidad, de 2002 a 2008. En el mismo periodo fue elegido presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Pontificias Romanas.
En 2007, fue designado perito en la V Conferencia General del Episcopado de América Latina y del Caribe (Aparecida, Brasil). Unos meses después, se desplazó de nuevo al continente americano donde ha ejercido como Vicario del Opus Dei en Argentina, Paraguay y Bolivia hasta la fecha presente.
La Obra soñada por Escrivá de Balaguer se encuentra, hoy, ante una difícil tesitura. En un mundo y una Iglesia en cambio, ha de decidir si apuesta por el «estilo Francisco», y por lo tanto renueva sus modos de actuar y se abre al conjunto de la institución; o aboga por el continuismo y la férrea observancia de sus normas inamovibles. Un modelo que les ha llevado a estancarse (las cifras prácticamente no cambian en las últimas décadas) y a ir perdiendo influencia después del poder que atesoraron durante los años de gobierno de Juan Pablo II.