El británico Chris Singleton (33) padece hiperacusia, una sensibilidad aguda al sonido. Cuando se lo diagnosticaron pensó que era un chiste malo: es músico de rock. Abrir un grifo o tirar de la cadena del inodoro puede volverse insoportable para una persona que padece esta enfermedad.
El Daily Mail, en el artículo Allergic to sound: The debilitating condition, suffered by thousands of Britons, that makes everyday noise excruciatingly loud, habla de esta dolencia que provoca que ruidos percibidos generalmente como normales resulten dolorosos para los que la sufren porque captan una frecuencia aguda del sonido.
Singleton empezó a cambiar sus hábitos diarios a raíz de la enfermedad:
Esto empezó a tener un efecto sutil en mi comportamiento. Al coger el tren, buscaba los altavoces que anuncian los nombres de las paradas para sentarme tan lejos de ellos como pudiera; en los cafés, tenía que evitar estar acercarme a la máquina de expresos.
Cuando la enfermedad avanzó, las discotecas se convirtieron en lugares prohibidos, no podía soportar ni su propia voz y con su novia se sucedían las discusiones… susurradas.
Un problema fundamental es la falta de conocimiento de esta enfermedad entre el público en general e incluso entre los profesionales. Chris Singleton tardó 4 meses en descubrir cuál era su dolencia. Lo único que puede hacer para combatir la hiperacusia es llevar tapones para los oídos.
La hiperacusia puede desencadenarse por causas físicas como un daño en la cabeza o sobreexposición a ruidos altos. Pero también la ansiedad juega un gran papel.
