Buenas noticias. Tal como se preveía la auxiliar de enfermería infectada de ébola, Teresa Romero, ha dado negativo en la última prueba PCR, «cero carga viral», ha dicho a los periodistas la portavoz de la familia, Teresa Mesa, tras recibir esta información de los médicos que atienden a la paciente en el Hospital Carlos III de Madrid.
Sin embargo, esto no significa que esté libre del virus, ya que requiere de una segunda prueba de confirmación, dentro de 24 o 48 horas. Así lo ha comunicado el Comité Especial creado por el Gobierno, confirmando que la paciente «evoluciona favorablemente» y que el primer análisis realizado ha descartado la presencia en sangre del virus del ébola.
Por otra parte, según el comunicado difundido por el comité especial, las 15 personas que permanecen hospitalizadas por haber mantenido contacto con ella siguen «asintomáticas». Romero, quien se encuentra ingresada tras sentir los primeros síntomas hace 21 días, se infectó al tratar al religioso español de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios enfermo de ébola Manuel García Viejo, que fue repatriado desde Sierra Leona y falleció pocos días después. Por su parte, las tres personas que están en investigación -un hombre que usó la misma ambulancia que Romero, un viajero procedente de Nigeria y un cooperante español-, están pendientes de un segundo análisis PCR -técnica de biología molecular que facilita identificar el virus-, tras haber dado negativa en la primera prueba.
Al tiempo que las buenas noticias sobre la salud de Teresa van viendo la luz, su familia y amigos empiezan a preocuparse por lo que pasará una vez que Romero esté fuera de peligro. De hecho, su marido, Javier Limón, teme que al salir del Carlos III sea estigmatizada. Según publica El País, se siente observado, desconfía de todo el mundo y hasta ha rechazado conectarse a la Wi Fi del hospital para que nadie rastree las páginas que visita. Ya casi no abre las persianas, le asusta la prensa, el rechazo de los vecinos, que señalen a su mujer por la calle como «la contagiada del ébola»…
Sea como fuere, no está dispuesto a tirar la toalla para defender el honor de su mujer. Así, Limón ha dicho estar «muy contento» porque su mujer haya dado negativo en la última prueba PCR, aunque ha anunciado que va a demostrar ante los tribunales «la gran chapuza que ha sido la gestión» de esta enfermedad en España. «Hoy estoy muy contento porque se puede decir que Tere ya ha superado la enfermedad», ha asegurado.
En un vídeo que ha hecho llegar a los medios de comunicación la portavoz de la familia, comenta que ha preferido «vivir estos días en soledad» y centrar todas sus «fuerzas y energías» para que su pareja se recuperara, aunque señala que llevará este caso a la justicia. «Me voy a dejar hasta la última gota de mi sangre para defender su honorabilidad y su dignidad y voy a demostrar ante los tribunales la gran chapuza que ha sido la gestión del ébola en España», ha afirmado.
La llamada «secreta» de Mato
Mientras tanto, siguen trascendiendo detalles de la crisis que puso en jaque al país entero y a la ministra de Sanidad, Ana Mato, en el disparadero. Sin embargo, ahora sabemos que llamó por teléfono a la madre de Teresa Romero los primeros días de la crisis, con el fin de informarle del estado de salud de su hija, la primera infectada por ébola fuera de África.
Así lo confirmaron fuentes conocedoras de la conversación, que aseguraron que la llamada de Mato a Jesusa Ramos, residente en Becerreá (Lugo), se produjo entre el miércoles y el jueves de la semana pasada.
Mato quiso hablar con la familia directa de Teresa Romero a las pocas horas de que fuera ingresada y aislada en el Hospital Carlos III de Madrid y días antes de que la vicepresidenta y portavoz del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, asumiera la presidencia del Comité Especial para la gestión del ébola.
La conversación, en un tono muy cordial, según las mismas fuentes, duró cerca de un cuarto de hora y sirvió para que la ministra se interesara, además, por la madre de la auxiliar de enfermería.
Fuentes del Ministerio de Sanidad aseguraron que Mato ha mantenido, además, varias conversaciones telefónicas con algunos de los profesionales sanitarios que atienden a Romero en el Hospital Carlos III, en el que la auxiliar de enfermería lleva ingresada desde el lunes 6 de octubre.
El departamento que dirige Ana Mato ha preferido no hacer pública la conversación con la madre de Teresa Romero a pesar de las críticas recibidas desde el primer día contra su gestión de la crisis.
