No necesariamente ha de ser vista como un declive inexorable
Ese declive, se puede frenar, pues «la edad cronológica a veces no refleja la edad biológica», y cuanto antes en la vida uno decide que esto es así, es mejor, según publica José Oliva en EFE.
La falta de ejercicio físico, la obesidad, el tabaquismo, la hipertensión, la diabetes y el colesterol alto no tratados son aspectos que van dañando el cuerpo, y cuando se llega a la edad de 60-70 años acaba afectando a la salud, sostienen los autores de La ciencia de la larga vida (Planeta/Columna).
El cardiólogo transmite un consejo común a todas las personas: «mantenerse activo física e intelectualmente, y conservar tu vida social, porque en la naturaleza todo lo que no se utiliza se degrada y se pierde». Además, a partir de los 50 años, es imprescindible «no fumar, practicar actividad física, tener una dieta saludable y, en caso de beber alcohol, hacerlo con moderación».