El papel de la medicina estética después del cáncer

El papel de la medicina estética después del cáncer
Petra Vega SEME

Durante los últimos años la demanda de tratamientos estéticos ha crecido sostenidamente, remontando la crisis y afianzando su posición en la industria estética. Desde la SEME, su presidenta, la Dra. Petra Vega, nos comenta algo notable dentro de estos números, y es el aumento de demanda por parte de pacientes que han padecido cáncer.

La incidencia de personas que superan el cáncer en la población también es creciente, debido principalmente a la mejora y eficacia de los tratamientos y al aumento de la esperanza de vida. Actualmente han mejorado enormemente las posibilidades de diagnóstico en las fases iniciales de la enfermedad, lo que permite un abordaje precoz y más seguro. Por su parte la industria farmacológica y la investigación no dejan de incrementar la eficacia de sus tratamientos, por lo que el pronóstico se hace más positivo.

A pesar del esperanzador camino que abren los nuevos tratamientos contra el cáncer, sus efectos secundarios siguen dejando huella en el cuerpo, para muchos pacientes significa un estigma social, un trauma físico, algo doloroso. Es en este punto donde la medicina estética tiene un lugar merecidamente respetable dentro de la recuperación, nos cuenta Petra Vega, desde su Clínica de Medicina Estética en Madrid. Las consecuencias sobre el pelo y la piel son fácilmente perceptibles desde el principio y la industria cosmética ya ofrece productos especialmente indicados para estos casos. Aunque pueda parecer secundario, en ocasiones resulta muy importante para el paciente saber que, recuperado de la enfermedad, podrá recuperar también su imagen previa, y psicológicamente es fundamental para el tratamiento y el estado de ánimo durante el proceso.

Uno de los procesos más conocidos en este campo es el de la reconstrucción mamaria. Hoy es posible en algunos casos llevar a cabo una «reconstrucción inmediata» cuando se puede eliminar el tumor completamente durante la mastectomía. Durante este proceso el oncólogo y el cirujano plástico trabajan en estrecha colaboración, de modo que la paciente se despierta con un pecho similar al que tenía, sin sufrir el profundo impacto que puede llegar a producir la mastectomía. Las modernas tecnologías de reconstrucción permiten obtener un resultado muy natural del pecho reconstruido en cuanto a similitud de tamaño, forma y textura con el no intervenido. En los casos en los que se pierde el pezón existen actualmente técnicas como la micropigmentación, similares al tatuaje, que permiten dibujarlo de forma extraordinariamente realista con tintas hipoalergénicas y en condiciones perfectamente profilácticas.

Desde Clínica Vega nos explican que otro ejemplo, menos conocido, quizá por ser menos visible, es el de la protesis de testículos, en aquéllos casos en los que un testículo debió ser extirpado.

La comunicación entre oncólogo y paciente debe ser clara y transparente, de forma que ambos sepan cuál es el mejor momento para abordar el inicio de un tratamiento estético. Cada vez más se reconoce la importancia de una reparación íntegra del estado de los pacientes de cáncer más allá del peligro de la enfermedad. El aspecto psicológico y el papel que juega la imagen de la persona en su adherencia al tratamiento, expectativas y estado de ánimo, están fomentando una percepción muy diferente acerca de la medicina estética. Es importante, por tanto, informar a los pacientes acerca de las alternativas que existen y acerca del momento en el que pueden llevarse a cabo.

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