Las recomendaciones de la AESAN pueden generar alarma social y son económicamente peligrosas
Nada de espinacas o acelgas en los purés de los bebés menores de un año. Consumo cero de pescados como el atún rojo o el pez espada para mujeres embarazadas y niños menores de tres años. ¿Esa costumbre de rociar con vino blanco el caparazón del centollo y luego comerlo a cucharadas?
Mejor no deleitarse con este manjar muy a menudo. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha endurecido las recomendaciones sobre el consumo de estos alimentos por su elevado contenido en mercurio (grandes peces), cadmio (crustáceos) y nitratos (hortalizas).
Cuenta Antía Castedo en El País que la AESAN recomendaba hasta ahora que las mujeres embarazadas y los niños menores de tres años no consumieran más de 100 gramos a la semana de pez espada o cazón, y no más de dos raciones de atún rojo.
Las grandes especies, situadas en lo alto de la cadena trófica del mar, acumulan en sus tejidos grasos el mercurio que absorben de sus presas en su forma más tóxica (metilmercurio).
El metal, generado en gran medida por la actividad industrial, es ingerido luego por el hombre, y puede provocar alteraciones graves en el desarrollo neuronal del feto y de los niños de corta edad.