Aunque es imposible prevenirlas por completo, seguir algunos consejos ayuda a que sean menos intensas
Es imposible evitar por completo las agujetas, ya que su aparición responde a la adaptación de los músculos a un esfuerzo. Sin embargo, sí se pueden seguir algunos consejos que ayudan a que sean menos intensas y frecuentes, según publica el Heraldo:
Antes de comenzar el ejercicio, realizar un calentamiento progresivo y adecuado a la actividad que se va a desarrollar.
Aumentar la intensidad de los entrenamientos o ejercicios de forma progresiva, en torno a un 10% semanal, para que los músculos se adapten a las nuevas exigencias de manera gradual.
Planificar las sesiones de entrenamiento, comenzando por los ejercicios más suaves y terminando con los más intensos.
Hidratarse correctamente en todo momento, antes, durante y después del ejercicio.
Si se lleva una vida sedentaria o hace mucho que no se practica un deporte o ejercicio, comenzar poco a poco, con sesiones suaves y cortas, e ir aumentando duración e intensidad.
Estirar todo el cuerpo tras el ejercicio, prestando especial atención a aquellos músculos que más se han trabajado en la sesión deportiva.
Llevar una dieta saludable y proporcionada.
Prestar atención a los mensajes que envía el cuerpo: si el dolor es muy intenso, puede que no se esté preparado para afrontar ese ejercicio o no se realice correctamente. Si además el dolor está muy localizado, es posible que se trate de una lesión.
En el vídeo te mostramos remedios que la ciencia no confirma y que realmente no tienen fundamento, aunque se utilizan mucho.