En crema, loción, pomada, gel, after sun, en zumo bebible, como refresco. El aloe vera, con más de 200 principios activos beneficiosos, multiplica sus ventas en España aunque pocos saben aún que nuestros cultivos en Andalucía son de los mejores del mundo. ¿Por qué?
En Alemania, Holanda y otros países tradicionalmente ‘eco friendlies’, verdes y amantes de las plantas medicinales hace muchos años que el aloe vera en uso externo para hidratar, reparar, cicatrizar y refrescar la piel, o bien bebible para proteger el estómago y regenerar el organismo, es un producto de uso común con mil y una propiedades reconocidas en muchos estudios científicos.
En España, el ‘reconocimiento’ de las bondades del aloe empezó a aumentar progresivamente hace cinco años y ahora lo encontramos en todos los herbolarios, parafarmacias, supermercados ( en refresco…). Pero la mayoría sigue sin saber que en nuestro país contamos, sino con los mejores, con uno de los tres mejores cultivos de aloe del mundo.
«En primer lugar, la proporción de sol y lluvia que hay en Andalucía es muy adecuada para que crezca y se desarrolle esta planta. Y cuando hay sequía, se riega con agua subterránea», afirma Josep Manuel LLabrés, doctor en Fitoterapia y director técnico de Plameca, empresa española de productos naturales, lider en venta de aloe vera bebible 100% bio.
«Pero tan importante como el clima es el tratamiento integral que se realiza a la planta para conseguir que el jugo de aloe bebible en España conserve todas sus propiedades terapéuticas: que la materia prima provenga de cultivos exclusivos certificados, que el procesado se haga rapidamente hasta la recolección, que la extracción del gel interno y meloso sea manual, que ésta extracción se haga en frío, para así eliminar el proceso de pasteurización que garantiza la conservación de los principios activos», añade Josep Manuel Llabrés.
Efectivamente, es importante comprobar en el etiquetado cual es el porcentaje de principio activo que contiene el aloe que compramos porque en algunos refrescos apenas llega al 2% o en otros productos bebibles se ha pasteurizado y se han eliminado muchas de sus cualidades. Como en todo, existen muchas calidades y precios y hay que elegir en función de nuestras posibilidades sin caer tampoco en la ‘esnobada’ de comprar un aloe importado, cuando aquí tenemos uno fetén.
A través de relieves de piedra, ya en el antiguo Egipto, 6000 años atrás, se conocía al aloe como la planta de la inmortalidad y se ofrecía como regalo en las ceremonias de los faraones que habían muerto. El aloe vera contiene betacarotenos, vitaminas del grupo B, vitamina C, mucílagos (sustancia vegetal viscosa), minerales, taninos, aceites, ácidos grasos (oleico y linoleico) y aminoácidos.
Es muy útil su uso como emplasto o cataplasma ante heridas o quemaduras fijándolos y procurando que no se muevan, para zonas ásperas de la piel, como after sun o después de una depilación. En el aparato digestivo, el aloe vera se utiliza ahora en muchos casos para sustituir al omeprazol porque funciona como protector gástrico, ayuda a hacer la digestión y también se ocupa del reflujo de estómago sin tener efectos secundarios que pueden tener algunos fármacos.
También está comprobado que el aloe absorbe hasta el 90% de la radiación solar y por eso se incluye su gel en muchos productos solares, pues previene de dermatitis, descamaciones, eczemas…
Estrés, cansancio, debilidad, artrosis, insomnio, envejecimiento, flatulencia, calvicie, obesidad… son sólo algunos motivos por los que los europeos consumimos complementos nutricionales. En España gastamos 440 millones de euros en 2014, según un trabajo publicado por Food Consulting, lejos de los 25.000 millones de euros que gastaron los norteamericanos en 2017.
El principal motivo -dicen los expertos- es una mayor concienciación hacia los productos naturales. El consumidor valora el hecho de volver a las raíces, evitar los efectos secundarios de ciertos medicamentos y apoyar los sistemas de fabricación más respetuosos con el medio ambiente.
Y recuerda: Si este verano vas a Canarias o Andalucía, date un paseo por los cultivos de esta planta versátil y peculiar que protege y regenera nuestro organismo desde tiempos ancestrales.