Hace 30 años, una conocida marca de mieles utilizaba a una mujer embarazada y a un jubilado para anunciar este alimento que siempre ha tenido fama de saludable y cuyas propiedades han sido elevadas a los altares desde tiempos inmemoriales.
«Esto es todo natural, sale directamente de las abejas. Mano de santo», han argumentado en múltiples ocasiones madres y abuelas con el objetivo de que tomáramos algún brebaje con miel para combatir un catarro, prevenir distintas enfermedades o, simplemente, para endulzar la leche o el yogurt.
Pero, ¿es realmente un producto tan sano y ligero como nos han hecho creer desde nuestra tierna infancia?
¿De verdad se trata de un alimento con propiedades terapéuticas?
Vayamos por partes. Si acudimos a un supermercado y miramos la etiqueta de uno de los botes de miel que podemos encontrar en las estanterías observamos que no es precisamente lo que solemos entender como un alimento saludable. En concreto, 100 gramos de este alimento contienen 79 gramos de azúcares.
O lo que es lo mismo: la miel es en un 79% glucosa y fructosa.
¿Se trata del mismo tipo de azúcar que el que utilizamos para el café, por ejemplo?
Básicamente el mismo, aunque se encuentre de forma natural en este alimento y no en un sobrecito o en una azucarera.
La fama de saludable de la miel se la damos por su obtención natural, pero la realidad es que está compuesta por los mismos azúcares que el resto que podemos consumir.
CURIOSIDADES SOBRE LA MIEL
- 1. España es el primer productor de miel
Gracias a sus 29.000 toneladas anuales, exporta a todo el mundo. Pues bien, a su vez cabe destacar que es una de las más apreciadas a nivel internacional, tanto por su calidad, como por el tipo de flores del que procede. - 2. La miel no caduca
Por otro lado, uno de los datos sobre la miel más increíbles es que es uno de los pocos alimentos que no caducan. De esta manera, es capaz de conservarse por mucho tiempo que pase en buenas condiciones. El motivo no es otro que las grandes cantidades de azúcar que contiene, un 83% frente al 17% de agua. - 3. La apicultura empezó como una técnica para hacer velas
En este sentido, algunas culturas ya conocían y consumían la miel. Pese a ello, el desarrollo de la apicultura como técnica se da a partir de la época romana. Desde entonces, la miel se ha convertido en un alimento imprescindible con numerosos usos. - 4. Es un anestésico
Además de ser un producto desinfectante y antibacteriano, es una sustancia cuyas propiedades anestésicas son casi cuatro veces más fuertes que las de la propia morfina. - 5. Es uno de los cosméticos
Otro de los curiosos datos sobre la miel está relacionado con la cosmética natural, pues la miel es uno de los ingredientes que forman parte de ella. Ya en tiempos de Popea, la esposa de Nerón, se utilizaba para mantener el rostro terso, algo a lo que esta dama era adicta. La mismísima Ana de Inglaterra la utilizaba como acondicionador para dar brillo a su cabello. Actualmente, personalidades y famosas como la Duquesa de Cambridge, Anne Hathaway o Scarlett Johansson han confesado usarla con fines estéticos. - 6. Hay varios tipos de miel
Miel de flores Es la que se produce por las abejas a partir del néctar tradicional de las flores. Es transparente y se solidifica con el tiempo, aunque todo dependerá de su procedencia vegetal y de la temperatura a la que esté expuesta. Miel de mielada
Es la que producen las abejas a partir de las secreciones de carácter dulce. Destaca por ser de color oscuro y menos dulce que la de flores. - 7. Es cicatrizante para tu piel
Gracias a la enzima que las propias abejas se encargan de añadir, y que recibe el nombre de glucosa oxidasa, la miel es uno de los mejores cicatrizantes que se pueden encontrar. Y es que cuando este producto se aplica sobre las heridas esta enzima libera peróxido de hidrógeno, favoreciendo la cicatrización. - 8. Fuente de energía rápida
La miel es altamente calórica, por lo que se usa en determinados contextos como una fuente de energía rápida. Aporta 3,4 kcal/g, por lo que una cucharadita de 8 g de miel contendría unas 27 kcal, aproximadamente.
