-Miles de chavales suspendidos, ¿qué hacer?
-Los padres tenían que haber hecho los deberes ya.
-¿Hacérselos o ayudar?
-Los padres pueden marcar la diferencia entre éxito y fracaso escolar, pero años antes de que lleguen las notas. Si les leen a sus hijos desde pequeñitos y luego leen con ellos, su rendimiento será muy superior al de los niños siempre aparcados frente a la tele.
-Consejo preciso y precioso.
-Si no se ha seguido, lo mejor es reaccionar cuanto antes.Un niño con un ligero retraso es fácilmente recuperable, pero la educación es como el pelotón del Tour: cuando te quedas descolgado, remontar cada metro requiere mucho más esfuerzo que mantener la velocidad habitual de la clase.
-¿Y una vez detectado el fracaso?
-El colegio debe poner los medios: profesores con grupos muy reducidos de alumnos dos horas extra semanales de clase de apoyo.
-Las clases particulares son caras.
Más caro es recuperar sociópatas. El fracaso escolar es un camino hacia la marginación. El Estado debe pagarlas.
-¿Qué pueden hacer los padres?
-Además de apoyar su refuerzo, deben asegurar al suspendido experiencias de éxito.
-¿Aplaudirle por fracasar?
-No. Darle la oportunidad de que, aunque suspenda matemáticas o lengua, pueda triunfar en el cole en otras facetas.
-Por ejemplo.
-En los deportes o tocando un instrumento o con su relación con los animales... Cualquier actividad que los demás aprecien.
-¿Por qué?
-Sólo así el niño que fracasa en el cole reforzará su autoestima y verá en la educación una vía de gratificación, no sólo una mortificante degradación de su ego.
-¿Y el fracaso escolar de los profesores?
-¿?
-Estresados, agobiados, cansados...
-Para evitarlo deben anticiparse al conflicto, intuirlo y gestionarlo con cierta distancia.
-¿Sin implicarse emocionalmente?
-Saber distanciarse no quiere decir pasar, quiere decir saber desconectar del cole cuando acaba y tener una vida aparte. Les ayudará mucho tener amigos compañeros.
-Colegas y sin embargo amigos: difícil.
-¿Por qué algunos profesores que se enfrentan a los mismos alumnos están ilusionados y otros en cambio están agobiados?
-¿Por qué?
-Porque han encontrado un grupo en el que se apoyan mutuamente y se motivan.
-¿Demasiadas vacaciones para los profes?
-¡No!, sufren un gran desgaste emocional.
-¿Y los demás trabajadores, no?
-La pelea diaria con los alumnos es agotadora. Son vacaciones necesarias. Como es necesario más apoyo del Estado a los centros con más inmigrantes en los barrios de nivel sociocultural más bajo. Las cifras cantan.
-¿Qué cantan?
-Más presupuesto de educación, menos suspensos; más nivel sociocultural de los alumnos, menos fracaso. Y cuando hay menos fracaso, se asegura que el nivel sociocultural de todo el país será mayor en el futuro.
-¿Suspenden mucho nuestros chicos?
-Tenemos una tasa del 25 por ciento.
-¿Suspendemos entonces como sociedad?
-Sí. En la UE la media de suspensos es del 18 por ciento. En el Estado, las comunidades más ricas tienen menos suspensos: Navarra y País Vasco o Catalunya muchos menos que Extremadura y Andalucía. Lo mismo pasa en el planeta: los países prósperos aprueban.
-¿Existe una tasa natural de suspensos?
-Podríamos aceptar hasta un 15 por ciento en los niveles obligatorios de enseñanza.
-Los niños ricos suspenden menos.
-Por eso los inmigrantes deben distribuiriles se por igual entre los centros de una misma zona. Es injusto que la enseñanza pública gestione en solitario el enorme coste de integrar a los inmigrantes, que es lo que está pasando en estos momentos.
-¿Qué propone?
-Cada centro, público o concertado, debe recibir un trato específico. Un niño inmigrante llega sin saber la lengua: integrarlo exige un ímprobo esfuerzo personalizado. Es injusto que todos los centros reciban las mismas subvenciones, cuando hay institutos públicos con un 25 por ciento de inmigrantes y otros concertados que no tienen ni uno.
-¿Se está haciendo ese esfuerzo?
-Hay miles de buenos profesores trabajando con resultados, pero necesitan más apoyo. También he encontrado a niños magrebíes que llegaron al cole público con 11 años y ninguna noción del idioma... ¡y les aprobaron!
-¿Las chicas son más listas?
-Sacan mejores notas.
-¿Por qué?
-Ellos maduran dos años después que ellas, así que sus problemas se prolongan en la secundaria. Además, la cultura de los chicos tiende a buscar su identidad en la rebeldía y eso afecta a su rendimiento. Se observa incluso en cuestiones menores.
-Por ejemplo.
-Yo veo un examen y, sólo por la letra ilegible, ya sé que se trata de un chaval.
-La caligrafía ha caído en triste olvido.
-Les suplico que se esmeren y nada:me llegan tarde, se pelean, chillan...
-Usted ha estudiado a las ovejas negras.
-Les pregunté por los profesores y echaron pestes. Les pedí una excepción. Y me hablaron de una profesora de música.
-¡Si la música era una maría!
-Pero esta profe los trataba como adultos. Preguntaba a los chavales cómo querían enfocar la clase y ellos la respetaban.