Desafía a sus acusadores a que escuchen las cintas de sus visitas

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Huarte niega toda relación con el CNI y asegura que le están «hundiendo»

El Diario Montañés, Miércoles, 23 de marzo 2005

«Me están hundiendo; no he sido ni colaborador, ni informador, ni espía». Con estas palabras el militante de la Agrupación Socialista de Gijón Fernando Huarte salió al paso de las informaciones publicadas ayer, en las que se le relacionaba al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) con el que presuntamente habría colaborado como agente desde 1992. El Partido Popular pide también su comparecencia ante la comisión de investigación del 11-M por los tres encuentros que mantuvo en Villabona con Abdelkrim Bensmail, considerado como el número dos del suicida de Leganés, Alekema Lamari.

En declaraciones al diario «El Comercio», Huarte rechaza de forma tajante estas acusaciones que, a su juicio, tienen una intención detrás. «Niego rotundamente que yo sea un espía. No tengo ninguna vinculación ni con el CNI ni con otros países», afirmó ayer el militante socialista, que atribuye estas últimas actuaciones a una «persecución al PSOE».

A través de un comunicado, Huarte justificó el lunes las visitas realizadas a Villabona para ver a Abdelkrim Benismail -condenado en 2001 por pertenencia al GIA, que, según explicó, tuvieron un carácter «humanitario» y se realizaron siempre «a título personal». Huarte siempre ha mantenido una estrecha relación con el mundo árabe y en la actualidad es el presidente de la Asociación de Amigos del Pueblo Palestino Al-Fatah.

Desafío

«¿Cómo no voy a estar afectado? Llevo muchos años trabajando con sectores árabes y las informaciones no hacen otra cosa que perjudicarme», afirma Huarte, que confía en demostrar su inocencia. El militante socialista gijonés desafía a las personas que han vertido las acusaciones sobre su persona a acceder a las cintas donde se grabaron las conversaciones con Benismail en la cárcel y dar a conocer los detalles de las mismas.

A pesar de la tensión vivida en las últimas horas, Fernando Huarte ironizó acerca del contenido de las reuniones con el recluso árabe: «Hablo español con claridad y creo que se me entiende todo lo que digo. No tengo problemas en que se revelen los encuentros que mantuve en Villabona y los motivos de los mismos».

El presidente de la Asociación de Amigos del Pueblo Palestino reiteró una vez más que sólo actuó por motivos «solidarios» y en ningún caso como militante socialista. Los diálogos que mantuvieron se limitaron al terreno personal «analizando las necesidades que tenía la cárcel así como conseguirle una cita con el dentista».

Una vez más, afirma que no tiene nada que ocultar e insiste en que las cintas grabadas en la institución penitenciaria corroboran su versión de los hechos. «Desconozco el destino que han corrido estas cintas. Si se han destruido o han desaparecido no es un problema mío, aunque me gustaría que aparecieran», asevera.

El CNI recordó ayer que la legislación vigente impide informar sobre las actividades del organismo y de su personal, en alusión a la supuesta condición de espía de Fernando Huarte. Fuentes del CNI esgrimieron el contenido de la ley, que regula el funcionamiento del centro, para evitar confirmar o desmentir las acusaciones que vinculan a Huarte como agente desde 1992.