DIVULGACIÓN DE UN NUEVO SONDEO SOBRE LA CARTA MAGNA EUROPEA

clipping

Alarma en Francia ante el avance del rechazo a la Euroconstitución

El Periódico, Martes, 22 de marzo 2005

El enrarecimiento de las relaciones laborales y el miedo a una Europa poco social ha reducido el apoyo en Francia a la Carta Magna europea y ha sembrado la alarma entre los partidarios del sí.

A poco más de dos meses de la consulta electoral, prevista para el 29 de mayo, el 52% de los encuestados se declara contrario al Tratado Constitucional de la UE, según un reciente sondeo de Ipsos.

El primer secretario del Partido Socialista francés (PS), François Hollande, llamó ayer a los ciudadanos a que hagan una distinción entre su descontento con la política del Gobierno conservador del primer ministro, Jean-Pierre Raffarin, y el apoyo a la Constitución europea.

"Muchos piensan que, en el referendo, se puede decir no a otra cosa que a Europa; que se puede decir no al presidente, al Gobierno de Raffarin y a la Comisión Europea", pero de hecho, "el no será sólo para Europa", afirmó el dirigente. "No hay que confundirse, ya que, si gana el no, se habrá acabado la construcción europea, y tendremos los efectos de la política monetaria sin lo que le sirve de fundamento, que es la construcción política", recordó.

"INTENSA CAMPAÑA"
Interrogado sobre el último sondeo de Ipsos, el primer secretario del PS declaró que esta encuesta sólo demuestra que "hay una intensa campaña electoral por hacer" y que habrá que demostrar "todo lo positivo que hay en la Constitución". Los sondeos apuntan a que son esencialmente los electores de izquierda, y especialmente los simpatizantes socialistas, los que se están pasando al campo del no. El rechazo a la Constitución progresa también entre los franceses más modestos, empleados, obreros, además de profesionales.

El centrista François Bayrou también tiene miedo a que parte de su electorado, tradicionalmente europeísta, se deje tentar por el no, por lo que ha pedido una mayor implicación en la campaña del presidente francés, Jacques Chirac, e incluso ha propuesto que los diferentes partidos que defienden el voto afirmativo celebren actos electorales conjuntos, una propuesta que ha sido rechazada por socialistas y conservadores.

CAÍDA DE POPULARIDAD
Todo ello coincide con una caída de la popularidad del presidente Jacques Chirac en los sondeos. Chirac pierde cuatro puntos en el barómetro del Journal du Dimanche, donde sólo el 42% de las opiniones son positivas, uno de los peores resultados tras su reelección en el 2002. Tal y como ya sucedió con el referendo sobre el Tratado de Maastricht en 1992, la tendencia de los franceses al voto negativo refleja los temores de un sector del electorado hacia las consecuencias de la construcción europea.

Según el ex-primer ministro socialista Michel Rocard "una parte de la opinión pública ve a Europa como el chivo expiatorio de todos los problemas que genera una mundialización mal controlada". Entre las diatribas de mayor calado contra el tratado constitucional está la del populista Phillippe de Villiers, que critica lo que denominó como la "Europa Frankenstein-Bolkestein" (Frits Bolkestein fue comisario de Mercado Interior), que, según él, "destruye el edificio social".

Los soberanistas, por su parte, juegan la carta de la oposición a la adhesión de Turquía, algo que motivó la intervención del presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, quien dijo: "No es culpa nuestra si hay quien piensa que el referendo es sobre Turquía".

El propio partido del Gobierno, la Unión por un Movimiento Popular, ha pedido al Ejecutivo que "desarrolle la pedagogía y la instrucción cívica" sobre la Constitución. Se da por descontado una eventual intervención de Chirac, pero se ignora todavía en qué condiciones.