Arcadi Espada, periodista y escritor

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«El periodismo ya no es el único foro de debate de la democracia, ahora está Internet»

Periodista Digital, Jueves, 16 de diciembre 2004

Escritor, periodista, profesor. Arcadi Espada no era ningún desconocido hace un año, pero si ahora su nombre suena más familiar que nunca es gracias al blog que escribe cada día. Las 500.000 visitas que ha recibido en este primer año de funcionamiento demuestran que la capacidad de influencia del nuevo periodismo, realizado en y con los conceptos de la red, no es sólo una promesa de teóricos.

¿Qué es Internet para Arcadi Espada?

Internet es la filantropía más maravillosa que ha producido la humanidad, la humanidad no ha hecho nada por sí misma como Internet. Esa enorme circulación de información, que tú en un momento dado estás leyendo un libro muy difícil con un vocabulario que no has encarado nunca, y de pronto no entiendes algo, vas a Internet y en una parte recóndita del mundo hay una persona que se ha encontrado con el mismo problema leyendo el mismo libro, pero lo ha solucionado y deja en Internet su huella para tú vengas y lo resuelvas, eso es un ejemplo filantrópico maravilloso.

FICHA
-Barcelona, 1957
-Colaborador habitual de El País
-Profesor de Lengua española en la Universidad Pompeu Fabra
-De sus libros destaca la biografía de Juan Antonio Samarach, Contra Catalunya, Rabal, Diarios y una biografía de Josep Plá que acaba de publicarse
¿Qué entiende por blog?

Un blog es un diario personal en el que cabe todo, como en cualquier diario.

¿Qué cabe en su blog?

Cabe casi todo. Lo único que no acaba de caber del todo, porque tengo que encontrar una voz narrativa para ello, es la intimidad.

Ha comentado que el periodismo español debería afrontar de una vez el fenómeno blog, ¿cómo debería hacerlo?

Abriendo los ojos, el periodismo español tiene los ojos muy cerrados. Solamente que los abra y que mire.

¿Qué encontrará?

Encontrará algo fundamental, decisivo, histórico. Hasta el momento, el periodismo era el único lugar donde la democracia discutía, era el foro de debate. Esto se ha acabado. El periodismo ya no es el único lugar donde la democracia se expresa y se debate a sí misma. A partir de ahora el periodismo comparte con Internet esa imprescindible labor de foro. No quiere decir que en Internet no haya, también, periodismo tradicional, sino que en Internet hay, además, una discusión democrática que no tiene nada que ver con el periodismo.

¿Por qué el periodismo español se niega a abrir los ojos a este fenómeno digital?

No es que se niegue, es que está adormilado.

¿Por qué los directores de periódicos nacionales como Pedro J. Ramírez o Juan Luis Cebrián arremeten tan duramente contra el periodismo en Internet?

Juan Luis Cebrián es una persona que lleva muchos años escribiendo y pensando sobre Internet. No siempre diciendo lo mismo, pero no es una persona ajena a ese mundo, tiene todo el derecho, y en muchos casos tiene también la competencia, para hablar de eso. Es verdad que su trabajo principal se sitúa en los medios convencionales, por lo que él puede ser, de alguna manera, reflejo de alguna resistencia que hasta cierto punto es comprensible.

Por ejemplo, hay algo en Internet que no acaba de estar solucionado, y es cómo se premia el talento. Es decir, la cultura del todo gratis no es una cultura democrática, contra lo que la gente cree. Lo que no puede ser es que en Internet la creación, ya sea literaria, musical o de cualquier otro tipo, sea gratis, yo estoy encantado de pagar por una canción. Es algo que Internet tiene que resolver.

¿Qué otros problemas por resolver en Internet le preocupan?

Muchos. Hay problemas técnicos, como las películas, que no acaban de bajarse bien. Internet podrá avanzar mucho más cuando los traductores se afinen, porque entonces toda la red será realmente universal. Esa será, al final, el mundo prebabélico, y entonces se verá que Babel, más que patrimonio de la humanidad fue, efectivamente, una maldición.

Arcadi y su blog

¿Cómo denomina a quien escribe en un blog? ¿Es un bloguero?

Eso dicen.

¿El bloguero está marcando el camino de lo que debería ser el nuevo periodismo?

No, no creo que eso sea así. No tiene nada que ver. Hay personas que escriben un blog que son periodistas y otros que no. Me parece peligroso identificar el blog estricta y automáticamente con el periodismo.

¿Cómo hace su blog cada día? ¿Qué le da el tema a tratar?

Me levanto a las ocho, leo todos los periódicos, tres de papel y unos cuantos digitales; voy dándole a ver qué tema interesa más o de qué se puede hablar, y sobre las diez me pongo a escribir como si fuera una carrera de cien metros lisos, es decir, esprinto. En algo menos de una hora escribo el blog cada día y a las once en punto está colgado.

Su blog depende de la editorial Espasa, ¿fueron ellos quienes le propusieron la idea hace un año?

No, fui yo quien se lo propuso a Espasa.

¿Por qué proponérselo a una gran editorial cuando podía hacerlo por su propia cuenta?

Por el dinero.

A mí Espasa me paga por escribir el blog cada día. Yo soy como Samuel Johnson, que decía que nunca se dedicaría nadie a este horrible oficio de escribir si no fuera por el dinero. A mí escribir gratis me molesta profundamente. Cobro muy barato, pero algo siempre quiero cobrar. Llegamos a un acuerdo Espasa y yo para escribir un libro con los contenidos del blog y que los derechos de autor fueran un poco más altos y, así, repartirlos a lo largo de los meses.

¿No le quita algo de libertar o independencia el depender de una empresa?

Para nada. En absoluto, tanto yo como los que escriben sus opiniones a mis comentarios en el “Nickjournal”.

¿Cómo mide la influencia que tiene su blog?

Hay datos objetivos, como las 500.000 visitas que he recibido este primer año de blog, las 3.000 visitas diarias o la media de casi 200 comentarios al día. Además, muchos escritores, buenos amigos míos que lo leen, lo citan en sus columnas y veo una cierta diseminación de las ideas del blog en la prensa diaria.

Hablaba de que la prensa española no ha abierto los ojos a los blogs. La sociedad, por lo general, anda igual encaminada. ¿Por qué nos pasa esto en España?

Pues no lo sé, pero nos pasa y tienes razón. Quizá porque somos una sociedad cuyo nivel de desarrollo y de alfabetización es escaso. En este país ha costado mucho llegar a los niveles en los que estamos. España dedica demasiadas energías a asuntos inútiles, como si tenemos o no que reformar estatutos. Debería preocuparse más por asuntos que forman parte de la calidad de vida y la calidad del conocimiento, antes que por esas paparruchas que sólo interesan a los miembros del stablishment.

Crítica de medios

Usted reclama la importancia de hacer crítica de medios, igual que de teatro, música o literaria. ¿Cuál es la principal crítica que se le puede hacer al periodismo español?

Me cuesta mucho hablar en términos genéricos porque suelen ser engañosos, pero diría que el principal problema del periodismo español es la diferencia que hay entre un medio y los otros, eso perjudica a los otros y perjudica a ese medio. Estoy hablando de la prensa escrita.

En cuanto a todo el abanico de medios, antes que esto, el problema es el predominio de las opiniones sobre los hechos. En España hay un desprecio profundo por los hechos, por lo real, y una euforización de las opiniones, que están completamente sobrevaloradas, hasta el punto que hay cadenas de radio que sólo se basan en las opiniones, con un desprecio profundo de los hechos que pueden contradecir esas opiniones. El caso paradigmático es la comisión del 11-M, donde al final van a haber dos verdades, según el partido político o el grupo periodístico que las publique. Eso me parece un fracaso de la democracia y un fracaso del periodismo. No voy a caer en la tentación de decir que la verdad está en medio, porque en este caso no es así, la verdad está en uno y la falsedad en el otro.

Esta semana se ha hablado mucho de lo que escribió, con sentido crítico, sobre un artículo inexistente de la defensora del lector de El País, Malén Aznárez, ¿Qué opina del trabajo que realiza?

Es irrelevante lo que yo piense sobre una compañera de El País. Malén Aznárez está en un lugar muy difícil, sujeta a todo tipo de presiones, tanto de la relación con la redacción, como de la relación con los jefes del diario y de la relación con los lectores. Malén cumple con su trabajo y que los errores que pueda cometer no son tanto imputables a ella como a un sistema. Desconozco hasta qué punto hace lo que debería de hacer para hablar o no de determinados temas, pero sería injusto criticarla por su trabajo cuando está en un lugar muy complicado.

¿Cómo se ha tomado ella lo ocurrido estos días? ¿Se han puesto en contacto?

No sé. No puedo informar sobre eso.


Arcadi Espada explica por qué inventó un artículo de la defensora del lector de El País

«Escribí lo que me hubiera gustado leer en mi periódico»

Arcadi Espada está estos días en boca de todos –por lo menos de gran número de internautas y lectores de periódicos- por haber inventado el pasado domingo un artículo que nunca escribió Malén Aznárez, defensora del lector de El País.

Los seguidores de su blog, donde Espada colgó un comentario acerca de este inexistente escrito de Aznárez, se volvieron locos buscando en la edición impresa de El País ese artículo de la defensora del lector, que no encontraban por ningún lado. Tampoco se podía acceder a él a través del link que el propio Espada incluyó en su comentario.

La editorial Espasa reunió ayer a la prensa para comunicar que Arcadi Espada, también presente en el acto, está trabajando en un libro basado en este primer año de blog del escritor. Libro donde se recogerán los comentarios más destacados y reflexiones del autor, que se publicará a mediados del año que viene.

A la pregunta de cómo sienta convertirse en noticia, en clara alusión al caso del “falso artículo” de Malén Aznárez, Espada se explicó, por fin. “No se trató de un ejercicio de ficción”, aclaró para empezar. Lo que, según dijo, pretendía, era hacer “como el escritor que escribe los libros que le hubiera gustado leer, pues yo escribí el artículo que me hubiera gustado que mi periódico publicara”.

Además, se aprovechó de las opciones que ofrece Internet, haciendo un link con el artículo que nunca escribió Malén Aznárez –y que a él le hubiera gustado que escribiera-, con el inconveniente de que ese link tampoco llevaba a ningún lugar. “Not found”, se leía en la página en lazada. Todo intencionado. “La metáfora del “Not found” me gustó mucho, un link que no lleva a ningún sitio porque, sencillamente y por desgracia, el artículo de Malén no existía”, aclaró el escritor.

“Hago las metáforas que me parecen oportunas”, añadió. Admitió que contaba con que muchos de los lectores ni intentarían ver dónde llevaba ese link, y que otros muchos de los que lo intentaran, no se preguntarían por qué no llevaba a ningún lugar. Con ello, según explicó, pretendía demostrar que “en Internet se puede leer manteniendo la misma sutileza que cuando leemos un libro”.