“Nada de ‘tres, dos ó uno...’ como él decía. Joaquín Luqui era el número 1”. El número 1 de la radio fórmula, el mejor discjockey de España, el más conocido a nivel internacional. Incluso “ídolo y líder espiritual” para Tony Aguilar, locutor y presentador de Los 40 principales y uno de los colaboradores de Luqui en Década 40 y Fórmula Weekend de Canal +. Pero sobre todo, coinciden los que conocieron o trabajaron con el locutor y crítico musical, Luqui fue una persona excepcional. Sus restos mortales serán incinerados en el madrileño cementerio de la Almudena este martes, dos días después de que una hemorragia cerebral provocada por una caída fortuita le causara la muerte. Desde allí sus cenizas viajarán hasta su ciudad natal, Caparroso (Navarra).

“Nadie puede decir – insiste Tony Aguilar – nada malo de Joaquín Luqui porque nunca tuvo enemigos. Por eso todo el mundo está hoy con él”. Luqui o Lucky (afortunado en inglés), como le llamara en alguna ocasión el beatle Paul McCartney, fue, sobre todo y como cuenta Aguilar, un fan de la música porque “veía emoción, espíritu y sensación de ánimo en cualquier artista. Por eso siempre tuvo buenas palabras con todos”.

¿Alguna anécdota de Luqui? “Fue un forofo de la música – recuerda Aguilar. ¿Como si no iba a ser el primero en sobornar a un camarero del hotel Palace para que le prestara su uniforme y así entrar en la habitación de Mick Jagger?”

También era capaz de parar una rueda de prensa del propio McCartney, como cuenta Juan Carlos Chávez, director de Cadena Dial y Radiolé, sólo con aparecer. “Era el único periodista español que conocía McCartney - asegura Chávez – y de hecho estamos esperando un telegrama de condolencias que ha enviado por el fallecimiento de Luqui”.

Chávez comenzó precisamente hace 20 años en Los 40. Allí encontró a Luqui, “icono de sabiduría dentro de la música, a lo que había que sumar esa vida suya paralela de misticismo. Cuando te veía te saludaba haciendo la señal de la cruz en tu mano”.

El último gran lobo marino

Desde los Beatles y Rolling Stones, la movida de los 80, hasta Ricky Martin, Chayanne o Talía. “Se fue el último gran lobo marino musicalmente hablando desde hace veinte tantos años atrás”. Luqui era “Luqui” para Jorge Plané, coordinador de Cadena 100. “Ha sido para mi alguien diferente, que te daba mucho cariño, sobre todo para los que veníamos de provincia”. Y detrás de ese aspecto desaliñado tan característico en Luqui: “no era un dj perfecto, no era un manitas en lo técnico. Llegabas a la radio, y era el rey de los montones de papeles. Pero con esa anarquía que le rodeaba siempre sabía darte un dato musical. Sobre todo de sus grupos de toda la vida. Y como no, del fenómeno fans”.

¿No había crítica mala en Luqui? “Era demasiado educado a veces – recuerda Plané. Tenía la virtud de que, si alguien no le gustaba, prefería ignorarle o no hablar de él sin más. Era un niño grande al emocionarse. Cuando íbamos a ver a los Pep Shop Boys o a Janet Jackson a Estados Unidos, o a los Fuggies a Londres cuando estaban de moda. Tenía la habilidad de motivarse y motivarte... siempre te hablaba con mayúsculas de estos fenómenos musicales que levantan pasión ”.

¿Por qué se le recordará? “Ha hecho mucho por la música en la radio. Tenía personalidad y eso en la radio es muy importante”. Jesús Ordovás, amigo de Luqui y crítico musical de Radio 3, insiste en que fue una persona que hizo mucho por los grupos de la nueva ola y la música de los ochenta porque le gustaba mucho el pop.

Aunque lo que destaca Ordovás, como destacan el resto de periodistas contactados, es que Joaquín Luqui fue ante todo “un tipo estupendo”.