No es un pájaro, no es un avión, es «el vagabundo volador»; según sus creadores, la aeronave más grande del mundo con 92 metros de punta a cabo.
Está lista para salir de los hangares en la localidad británica de Cardington y despegar en unas semanas.
El primer diseño de la aeronave estaba pensado para que el ejército de Estados Unidos realizara misiones de vigilancia y reconocimiento.
En una segunda vida, gracias a una dotación de 4,4 millones de euros del gobierno británico, la nave se rediseñó para transportar mercancías de manera más económica, según la revista digital The Verge. Se calcula que el dispositivo es capaz de cargar un peso de nueve toneladas.
El ingenio, que mide 34 metros de ancho y 26 de alto, alcanza los 166 kilómetros por hora y puede permanece en vuelo hasta 25 días consecutivos. Recuerda vagamente a un zepelín, pero incorpora prestaciones de los aviones y los helicópteros.
La compañía fabricante, Hybrid Air Vehicles, cree que existe un mercado mundial para adquirir entre 600 y 1.000 de sus «vagabundos» y crear 1.800 puestos de trabajo en la zona de Bedfordshire, donde se fabrica.
