La aplicación Pokémon GO ha cautivado a millones de usuarios de tal manera que, como reflejan las estadísticas de Google, en algunos momentos la cantidad de búsquedas sobre este juego superó al número de consultas sobre pornografia -en los países en donde el juego de realidad aumentada ya está disponible para su descarga-, informa el portal Nintendo Enthusiast.
¿Cómo es el juego?
Pokemon GO es un juego de realidad aumentada creado por la empresa Niantic Labs en colaboración con Nintendo -el primero de la empresa japonesa para ‘smartphones’- que, de momento, está disponible para los dispositivos que funcionan con iOS y Android en Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda.
La misión de los jugadores es utilizar la cámara de su teléfono para explorar cualquier lugar del mundo real. La aplicación emplea el sistema de navegación por satélite para buscar los pókemon escondidos y avisa con vibraciones y una luz intermitente sobre la presencia de las esferas ‘habitadas’, conocidas como pokebolas.
Cuando los usuarios encuentran a una criatura, tienen la opción de capturarla mediante un comando especial. Posteriormente, pueden entrenar a sus pókemon y hacerlos luchar contra los de otros jugadores.
Monstruos del bolsillo
Los pokémon o Pocket Monsters -monstruos del bolsillo, en inglés- son seres virtuales que tienen diferentes habilidades relacionadas con las fuerzas de la naturaleza. Esta gran franquicia comenzó en 1995 con los juegos para las videoconsolas portátiles Game Boy y tuvo diferentes variantes, desde series y películas de dibujos animados hasta juegos de cartas.
El encanto de esta última versión es que ofrece la posibilidad de buscar a los pókemon en el mundo real. Así, estos seres pueden aparecer en parques, musueos, iglesias, cementerios y muchos otros lugares.
En Australia, varios jóvenes trataron de entrar en una comisaría para atrapar a un pokémon, mientras que otro hombre intentó hacerlo mientras su mujer daba a luz en un hospital.
Aunque en 1999 ya se habló de ‘pokemanía’, en 2016 esa locura por los pokémon ha vuelto con mucha fuerza.
