España es el país de la Unión Europea (UE) en el que se registran un mayor número de casos de violaciones de la privacidad y de envío de información personal a través de Internet, según datos publicados este lunes por Eurostat.
En concreto, el 7% de los usuarios de Internet en España denuncia abusos contra su privacidad, un porcentaje que es casi el doble que el registrado de media en la Unión Europea (4%).
Junto a España, Bulgaria es el país con el porcentaje más elevado, también con un 7%, seguidos por Italia y los Países Bajos con un 6%.
Por el contrario, en la República Checa, Chipre, Eslovenia, Finlandia y Suecia sólo reportaron delitos contra la privacidad el 1% de los internautas.
España también se sitúa por encima de la media comunitaria en los casos de personas que han perdido dinero por delitos de «phising» (suplantación de la identidad en Internet), «pharming» (redireccionar al usuario a páginas falsas) o por pagos erróneos con la tarjeta de crédito.
En este caso, el 4% de los usuarios de Internet en España aseguran que han perdido dinero con este tipo de ataques informáticos, mientras que la media de la UE se sitúa en el 3%. Los países con los porcentajes más elevados son Letonia (8%), Reino Unido (7%), Malta (5%) y Austria (5%).
Además, el 33% de los internautas españoles afirma que sus equipos han sufrido el ataque de virus, frente al 31% de la media comunitaria. No obstante, el porcentaje español es muy inferior al de otros países como Bulgaria (58%), Malta (50%), Eslovaquia (47%) o Hungría (46%).
A pesar de situarse por encima de la media en todos los tipos de ataques informáticos, los internautas españoles se sitúan al mismo nivel que el resto de países comunitarios en el uso de programas de seguridad informática o antivirus, con un 84% del total.
Los usuarios más precavidos son, con diferencia, los de los Países Bajos, con un 96% de los internautas que utilizan este tipo de programas defensivos; seguidos por los de Luxemburgo, Malta y Finlandia, con el 91%.
Por último, España se sitúa por debajo de la media europea en el caso de incidencias relacionadas con el acceso de menores a páginas web inapropiadas o para adultos, con un 3% del total frente al 5% de la UE.
No obstante, también está por debajo de la media en el porcentaje de usuarios que utilizan programas de control parental, con un 13%, un punto menos que el resto de la Unión.
