El hemiciclo del Congreso entró hoy en la
era de la tecnología al estrenar los ordenadores con los que los
diputados podrán trabajar desde sus escaños navegando a través de
internet o usando un servicio de "chat" que les mantendrá en
contacto en todo momento.
El primer pleno después de las vacaciones se hizo más llevadero
para los diputados, que anduvieron más entretenidos con el
aprendizaje de los nuevos equipos que con los asuntos de debate
incluidos en el orden del día.
Para conocer el manejo de la pantalla, se entregó un manual de
instrucciones, en el que además se explicaba el uso de los nuevos
micrófonos y de los paneles de votación.
La novedad hizo que, por momentos, hubiera una mayor presencia en
el hemiciclo, aunque el transcurrir de la tarde hizo que muchos
diputados se inclinaran por seguir el debate desde sus oficinas.
La idea del presidente del Congreso, Manuel Marín, es que sus
señorías puedan trabajar en los escaños como si estuvieran en el
despacho, accediendo desde su pantalla a cualquier iniciativa o
documento relacionado con su labor política.
La mayoría de los diputados se mostró satisfecho con sus nuevos
equipos, al considerar que son sencillos de utilizar, contribuyen a
evitar desplazamientos y mejoran la comunicación entre los diputados
gracias al servicio "messenger" que se les ha instalado.
Gabriel Cisneros (PP), uno de los "padres" de la Constitución,
habló de "buena acogida", aunque en su caso, no dudó en definirse
como "informáticamente analfabeto".
Otro de los veteranos, Luis Mardones (CC), también valoró la
iniciativa, aunque dijo confiar más en su "memoria" que en la de los
ordenadores.
Mardones, no obstante, advirtió del riesgo de que la pantalla se
emplee como "vídeo juego" o suponga una "distracción" para el
orador, aunque se mostró convencido de la profesionalidad de sus
colegas.
El ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, el primero
de los miembros del Gobierno que estrenó los equipos, se confesó un
enamorado de la "letra impresa", aunque la vio compatible con la
digital.
"No creo que la pantalla haya sido inventada para acabar con la
letra impresa. Si se complementan, mejor. Creo que ya estaba
tardando en que el Congreso se informatizase plenamente", dijo López
Aguilar en los pasillos de la Cámara Baja.
Entre los diputados, hubo alguno, como el navarro Juan Moscoso
(PSOE), que alertó de la "poca privacidad" de las pantallas,
especialmente de los que están en los bancos inferiores, aunque por
encima de todo, destacó lo "práctico" que pueden resultar.
Uno de los "pioneros" a la hora de crear su propia página web,
Rogelio Baón (PP), no escatimó elogios a la iniciativa de Marín,
aunque apreció cierta "lentitud" en las nuevas aplicaciones.
Sobre lo de la privacidad, afirmó de forma tajante: "Que a nadie
se le ocurra mirar por encima del hombro para ver si la conexión es
oportuna o inoportuna".
Lo peor de la tarde fue el sonido, puesto que problemas de
ecualización impidieron que los modernos micrófonos instalados en la
tribuna se escucharan con nitidez.
"El sonido no está siendo lo mejor de la tarde", reconoció Marín
en un momento del debate, aunque a sus disculpas, acompañó su
compromiso de solucionar los desajustes en breve plazo de tiempo.
Los paneles de votación, que también se emplean como circuito
interno de televisión para seguir el debate, sí funcionaron
correctamente, aunque el presidente de la Cámara vio conveniente
recordar las reglas para evitar despistes.