A muchas personas les preocupa que la energía de radiofrecuencia de los teléfonos móviles provoque cáncer u otros peligros graves para la salud. Con base en la evaluación de la información disponible actualmente, la FDA cree que el peso de la evidencia científica no ha vinculado la exposición a la energía de radiofrecuencia del uso de teléfonos celulares con ningún problema de salud en o por debajo de los límites de exposición a radiofrecuencia establecidos por la FCC.
Puntos clave
- Los teléfonos móviles emiten niveles bajos de energía de radiofrecuencia, un tipo de radiación no ionizante.
- Los datos científicos disponibles sobre la exposición a la energía de radiofrecuencia no muestran pruebas categóricas de ningún efecto biológico adverso que no sea el calentamiento de los tejidos.
- Los datos de salud pública no muestran ninguna asociación entre la exposición a la energía de radiofrecuencia por el uso de teléfonos celulares y los problemas de salud.
Teléfonos móviles y energía de radiofrecuencia
Los teléfonos móviles emiten niveles bajos de radiación no ionizante cuando están en uso. El tipo de radiación emitida por los teléfonos móviles también se conoce como energía de radiofrecuencia (RF). Según lo declarado por el Instituto Nacional del Cáncer, «actualmente no hay evidencia consistente de que la radiación no ionizante aumente el riesgo de cáncer en humanos. El único efecto biológico reconocido consistentemente de la radiación de radiofrecuencia en humanos es el calentamiento».
Consenso científico sobre la seguridad de los teléfonos móviles
Estudios científicos: los médicos, científicos e ingenieros de la FDA analizan periódicamente los estudios y las publicaciones científicas en busca de pruebas de los efectos en la salud de la exposición a la energía de radiofrecuencia de los teléfonos móviles. El peso de casi 30 años de evidencia científica no ha vinculado la exposición a la energía de radiofrecuencia por el uso de teléfonos celulares con problemas de salud, como el cáncer.
Datos de salud pública: la FDA también monitorea y analiza los datos de salud pública sobre las tasas de cáncer en la población de EE. UU. Los datos demuestran claramente que no hay un aumento generalizado de cánceres de cerebro y otros tipos de cáncer del sistema nervioso en los últimos 30 años a pesar del enorme aumento en el uso de teléfonos celulares durante este período. De hecho, la tasa de cáncer de cerebro y otros cánceres del sistema nervioso diagnosticados en Estados Unidos ha disminuido durante los últimos 15 años aproximadamente.
