En una audiencia de una hora y media, los jueces del Tribunal Supremo se mostraron dubitativos sobre si Samsung debe pagar USD 399 millones a Apple, su principal competidor, por haber copiado algunas partes del diseño de sus teléfonos, un castigo estipulado por instancias judiciales inferiores, según EFE.
La surcoreana Samsung y la estadounidense Apple, con sede en Cupertino (California) mantienen desde 2011 una batalla judicial por las patentes de los teléfonos móviles que les ha llevado por tribunales de todo el mundo y que les ha hecho gastar millones de dólares.
El tribunal considera que Samsung infringió cinco patentes de diseño del iPhone con los teléfonos Android que comercializó en 2010 y 2011. No obstante, aunque la resolución es favorable a Apple, se queda bastante lejos de los 1.000 millones que pedía la corporación estadounidense, según recoge Sandra Arteaga en computerhoy.
Con este fallo concluye la batalla entre Apple y Samsung que llevaba abierta desde el año 2011, cuando los de Cupertino demandaron al fabricante asiático por una supuesta infracción de patentes por haber copiado la tecnología, la interfaz y el diseño del iPhone y el primer iPad en los primeros Galaxy y la Galaxy Tab.
