El 2013 está siendo un año fatídico para la cultura española. En cuatro meses ya han fallecido una decena de personajes relevantes de nuestra cultura, pero no todos han sido despedidos como se merecen. Repasamos y homenajeamos aquellas estrellas que una vez fueron grandes y muy conocidas y que se fueron de la peor de las maneras.
Fernando Guillén, Pepe Sancho, Marifé de Triana, Tony Ronald, Mariví Bilbao, María Asquerino, los directores Bigas Lunas y Jesús Franco, el músico Bebo Valdés, el académico J.L Sampedro y la gran diva Sara Montiel. Esta es la larga lista de personajes relevantes de nuestras artes que nos han dicho adiós durante los primeros cuatro meses de 2013. Casi todos han sido despedidos con honores dejando un legado cultural impecable y valioso y han sido llorados y recordados por familiares, amigos y un público que les adoraba. Pero no todos.
Los rumores sobre las malas condiciones en las que ha podido morir Sara Montiel, una de las mayores estrellas que ha tenido España a nivel mundial, nos han hecho recordar el triste final de varios personajes famosos que si bien fueron venerados en su época de esplendor, terminaron sus días sin apoyo ni medios.
Las muertes trágicas y en soledad de personas que antaño fueron adoradas y queridas siempre ha sido un lugar común de toda narración. Son historias que se usan como moraleja o advertencia pero que, desgraciadamente son ciertas. Cada caso es distinto y cada uno proviene de unas razones muy concretas y determinadas.
Hemos querido reunir un pequeño grupo de muertes de famosos de muy distinta índole (que van desde actores consagrados y viejas glorias a valiosas promesas, pasando por colaboradores de TV) y que representan el distinto devenir que pueden tener las celebridades.
Gracita Morales: La gran estrella
Es el gran ejemplo de personaje popular que muere en el olvido. Junto a Sara Montiel, Gracita Morales fue una las primeras estrellas de este país. Y por estrella nos referimos a actores y actrices a los que se les escribía papeles específicamente a su medida.
Morales fue todo un icono de nuestras tablas, sobre todo, en las décadas de lo 60 y 70. El cine español no se puede entender sin ella. Una actriz cómica que pasará a la historia por su original voz y vis cómica y por sus memorables papeles en filmes como ‘Cómo casarse en siete días’, ‘La ciudad no es para mí’, ‘Mi marido y sus complejos’, ‘Atraco a las tres’ y ‘Prohibido enamorarse’.
Pero Gracita Morales falleció el 3 de abril de 1995 a los 66 años a causa de una insuficiencia respiratoria horas después de ser ingresada en una clínica. Fue entonces cuando su sobrina declaró que la actriz había pasado la última década de su vida «sola, abandonada y drogada» de medicamentos. Se dice que sufría una fuerte depresión que la llevó al retiro y al olvido.
Aunque fueron muchos sus compañeros de profesión que la recordaron y valoraron su aportación indudable a nuestro cine, otros tantos también destacaron su mal carácter. Alfredo Landa, por ejemplo, en una autobiografía, escribió que «Gracita Morales era caprichosa, despótica e intratable».
José Conde: Popular tras su muerte
Esta muerte nos dejó conmocionados. José Conde era un actor secundario bastante recurrente en las series españolas como ‘Médico de familia (donde interpretó a un doctor homosexual) o ‘Sin tetas no hay paraíso, ‘UCO’, ‘La hora de José Mota’ y ’23-F Historia de una traición’, ‘Amar en tiempos revueltos’, ‘Herederos’, ‘Aquí no hay quien viva’ y ‘El Comisario’) y ejemplifica el triste logro se ser más conocido por las extrañas circunstancias de su muerte que por su trabajo.
Tras un mes en paradero desconocido, el actor José Conde, que sufría problemas psicológicos, fue hallado muerto en un edificio abandonado junto a la calle Arturo Soria de Madrid. Su cadáver fue encontrado por unas chicas mientras hacían botellón el viernes 25 de febrero de 2011.
Recordado por su característica voz, José Conde también participó en varias películas destacables como ‘Malena es un nombre de tango’, ‘Las ratas’ o ‘La conjura de El Escorial’. Había estado casado y tenía dos hijos.
María Asquerino: La incomprensible soledad
En un año, repetimos, tan trágico para la cultura española como está siendo el 2013, la muerte de la magnífica actriz María Asquerino nos ha impactado especialmente. mientras que cientos de personas lloraban y hacían cola para despedirse de Pepe Sancho, Fernando Guillén o Mariví Bilbao, el 27 de febrero en Madrid, Asquerino murió sola a los 85 años. Nadie reclamó su cuerpo, que estuvo en el depósito de cadáveres hasta que AISGE (Artistas Intérpretes Sociedad de Gestión) se hizo cargo de él. De no haber sido así, los servicios sociales se hubieran hecho cargo del mismo.
La actriz tenía pensado ingresar en la Casa del Actor (refugio de intérpretes mayores y sin recursos) pero la paralización del proyecto la obligó a pasar sus últimos días en la residencia de ancianos pública de El Plantío.
Este suceso resulta dramático en cualquier circunstancia y más, si cabe, si tenemos en cuenta que Asquerino había sido una de las actrices más populares y reconocidas de la industria.
Manuel Reyes, ‘Pozi’: ¿Explotación y maltrato?
Puede que no fuese una figura tan prestigiosa y recordada como el resto de miembros de esta trágica lista pero es innegable que Pozi fue una estrella, hija de su tiempo. Manuel Reyes fue unos de los iconos más destacados del llamado fenómeno friki que se popularizó en España en la década de los 90 gracias, principalmente, al programa de Telecinco, ‘Crónicas Marcianas’.
La vida de este personajes parece una fábula con moraleja. Sardá y Cárdenas le rescataron de la calle y le bautizaron como ‘Pozi’ ya que esta era su respuesta habitual para todo. Surrealista en sus monólogos y disfraces (solía ir vestido de flamenca), ‘Pozí’ fue ‘usado’ como bufón y aunque hubo voces de crítica, lo cierto es que este hombre vivió una época de gran popularidad y retribuciones económicas
Tras años de olvido, en 2010, ‘Sálvame’ mostró las trágicas condiciones en las que vivía Manuel Reyes: indigente, alcoholizado y sin dinero. Cárdenas quiso rescatarle de su trágico destino y le ingresó en una residencia de ancianos hasta que murió.
Sara Montiel:Rumores que ensucian una vida
Éste es el último ejemplo de una vida de esplendor que ha sido ensuciada por una muerte en extrañas circunstancias.
Sara Montiel falleció a los 85 años de edad en su casa en el barrio Salamanca de Madrid tras sufrir una crisis y ante la que nada pudo hacer su médico personal cuando acudió al domicilio.
Montiel fue la gran estrella de nuestro cine, mucho más incluso de lo que hoy puede ser Penélope Cruz. De hecho fue la actriz mejor pagada en la década de los 60 gracias a películas tan taquilleras como ‘El último cuplé’, y posteriormente ‘La violetera’.
Pero en los últimos diez años, ella misma dio un vuelco a su imagen pública y se convirtió en carne de la prensa amarilla (gracias a sus ‘extraños’ romances con hombres más jóvenes, montajes televisivos y comportamientos estrafalarios), en icono kitsch y gay. Pasó de ser un referente artístico a símbolo burlesco y casi irrisorio.
Ciertos programas de TV la han criticado muchísimo y ahora se están afilando las uñas con su muerte ¿Por qué? Porque según se nos ha informado desde ‘Sálvame’, por ejemplo, Montiel ha muerto prácticamente en la ruina y se ha acusado a sus hijos adoptados, Thais y Zeus, de haberse gastado todo su dinero y de no haber sabido cuidar bien de ella.
Nos sabemos si esto es verdad o no pero desde fuera parece un injusto final a una mujer que tan bien supo representar a España en el extranjero y que tan importante fue en nuestra cultura.