El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Angel Moratinos, aseguró hoy que el Gobierno español "no es ni pro-marroquí, ni pro Polisario, ni pro-argelino" e insistió en que su único deseo es que se encuentre una solución definitiva al problema del Sáhara, "que dura ya 30 años".

"El Gobierno español no es ni pro-marroquí, ni pro Polisario, ni pro-argelino", subrayó Moratinos, en declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, asegurando que lo que quiere el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero "es poner punto final a este conflicto que ha durado ya muchos años y ayudar a las partes a encontrar una solución definitiva".

Según el jefe de la diplomacia, el Gobierno español tiene "el compromiso activo de resolver el problema" y para ello tiene que recurrir "a los instrumentos políticos y diplomáticos" de que dispone, tanto en la ONU --de ahí, añadió, la petición de que se nombre un enviado especial para el Sáhara Occidental-- como a través de "la acción continua y constante con los interlocutores, entre los que está Marruecos".

Moratinos lamentó que la delegación del Parlamento catalán no pudiera entrar ayer en El Aaiun, al igual que ocurrió el domingo a otra delegacion integrada por políticos y ONG, aunque Exteriores trató de disuadirlos.

Así, quiso destacar que gracias a "los esfuerzos diplomáticos" se ha logrado que esa misma representación, compuesta por distintos grupos políticos "con distintas tendencias puedan visitar" el Sáhara Occidental próximamente.

En este sentido, el ministro precisó que durante su encuentro ayer en Córdoba con el ministro delegado de Exteriores marroquí, Taieb Fassi Fihri, este le dio "plenas garantías" de que la visita de los parlamentarios españoles "se llevará a cabo en una fecha muy rápida", para lo cual se están realizando los trámites necesarios.