Los británicos no se andan con bromas
Tony Blair anunció al rebufo de la tragedia del 7-J que las "reglas de juego" habían cambiado y está cumpliendo su palabra. Recortes de ciertas libertades que permiten campar a sus anchas a los fanáticos islámicos, "supervisión" policial de la vida privada de ciertos ciudadanos, reforma de la Convención de Derechos Humanos. Subraya