Susana Mendoza (Periodista Digital).-Esto es lo que cuentan los diarios estadounidenses hoy; las últimas declaraciones de Ahmadinejad sobre la continuación del programa nuclear han causado tanto revuelo, que los inspectores nucleares han decidido que va siendo hora de hacer una visita al país de los Ayatolás y mantener una charla en Teherán con el presidente. Como publica el New York Times, los
Pablo Herreros Laviña Madrid Renfe, la gran compañía española de transporte de viajeros, acaba de inaugurar, con gran alharaca publicitaria en múltiples soportes, su nuevo servicio de venta de billetes electrónicos a través de Internet -"del ordenador, al tren", anuncian-. Como internauta que lleva ocho años comprando todo tipo de productos y servicios en la Red, me apresuré a utilizar el
Wifredo Espina Periodista, ex director del Centre d’Investigació de la Comunicació, Generalitat de Catalunya, y ex subdirector y comentarista político de El Correo Catalán Ahora, un Estat para Cataluña. Como dice Puigcercós(ERC):“los catalanes necesitamos un Estat para ser más felices”. No podemos imaginarnos, señor Zapatero, que usted nos vaya a negar la felicidad. Sería incomprensible,
Susana Mendoza (Periodista Digital).-Si antes lo normal era poner el número de teléfono en la pared del W.C. junto con algún comentario lascivo, ahora la nueva manera es hacerlo a través de Internet en páginas de contactos o entrando en el correo personal e incluso tiene ya un nombre, el cyberstalking, un fenómeno que llega a España y comienza a extenderse también por nuestras redes. La traducción
Juan Manuel Riera Casany Voluntario social Barcelona Escuché en Campoy en su punto (Punto Radio) un coloquio en el que se criticaba un folleto sobre drogas editado por Energy Control. Me he quedado atónito y asombrado con las manifestaciones gratuitas, en contra, con las que se han expresado todos los contertulios. Con sus aseveraciones lo único que han demostrado es que no tienen ni idea de que
Esa tarde de diciembre se reclinó en el sofá, apoyó las manos como quien se acaricia a sí mismo y miró a la cámara con aquella mirada triste y provocativa. La Leica de Harold Halma disparó. Luego Truman Capote mostró la fotografía a los editores de su primera novela, Otras voces, otros ámbitos. Había diferentes imágenes pero ambas partes optaron por esa. Así se presentó en sociedad, en