Del miedo a la muerte, a la muerte del miedo
Más de una vez, al despertar de un sueño sin sueños, y estar en estado de duermevela (ése en el que la mente ya ha despertado pero el cuerpo sigue dormido), no he sabido dónde me encontraba; ni si era de día o de noche. Y en esos momentos, tampoco me importaba. Esa vivencia no creo que tenga nada de especial, ni que sea el único que