Ramón Besa: "El técnico portugués siempre subrayó las mejores victorias de sus equipos con un gesto histriónico, como si necesitaran de su firma para pasar a la posteridad, muestra de su narcisismo"
Corría el minuto 78 de partido en el estadio de Mestalla, cuando Cristiano Ronaldo se zafaba de la salida de Diego Alves en los aledaños del área, y lanzaba a puerta vacía evitando a David Albelda hasta llegar el gol. Era el tercer tanto madridista, a priori, el de la tranquilidad. Valencia y Real Madrid se enfrentaban en un segundo tiempo fraticida, de espectacular fútbol de ida y vuelta y con una carga de tensión descomunal. José Mourinho, con el gol de su compatriota, estalló en una celebración atípica, histriónica, hasta polémica, montándose a caballito en uno de los jugadores que calentaban en la banda, José Callejón.
No es la primera ocasión en que el técnico madridista celebra exacerbadamente un gol o un triunfo, y el estallido de felicidad del entrenador luso es fiel reflejo de la importancia que le otorgaba al partido de Mestalla. El todopoderoso Barça no pasó del empate (2-2) en la misma plaza en la presente temporada. Y Mourinho reconoce su celebración en positivo hacia el rival:
«Lo primero de todo significa que el Valencia se debía sentir halagado con eso. No se puede ver las cosas de otro modo. No se celebra de este modo si es un partido y un adversario normal. Si piensas que vas a ganar con facilidad».
«Se celebra así cuando es una gran victoria y sufrida ante un rival que tiene capacidad para ganarte. En un montón de partidos marcamos y en mí parece que no ha sido gol. Por eso pienso que deben sentirse halagados».
«El Valencia tiene equipo y fútbol para ser campeón. Es un partido muy difícil. Lo sentimos cuando los minutos pasaban y lo celebramos con emoción, respeto y sin ningún tipo de problema».
MOU, FAMOSO POR SUS CELEBRACIONES
El polémico entrenador del Real Madrid acumula algunas celebraciones en goles o triunfos de partidos, que han pasado a formar parte de la historia del fútbol y están en la memoria de los aficionados. Desde saltar al medio del campo tras pasar a la final de la Champions League en el Camp Nou dando lugar al pasaje de los aspersores —VÍDEO–, hasta celebrar un gol en el banquillo del Villarreal porque su hijo estaba en la grada justo detrás —VÍDEO–, pasando por los distintos gestos a la grada, con peinetas para la de Old Trafford con el Oporto —VÍDEO–, o silenciando a los aficionados del Liverpool militando en el Chelsea —VÍDEO–… No cabe duda de que, en cualquier caso, las variopinstas celebraciones de José Mourinho son propias de un ‘caballo ganador’.
«EN LAS JORNADAS DECISIVAS APARECE LA VERSIÓN HISTÉRICA DE MOU»
Desde el diario El País, el jefe de deportes de Barcelona, Ramón Besa, examina la polémica celebración de José Mourinho subido a la espalda de uno de sus jugadores, y concluye que estos gestos a lo largo de la historia del portugués, siempre aparecen en momentos puntuales de éxito en su carrera —Gana el Madrid, firma Mourinho–:
«A juzgar por la manera como Mourinho celebró el gol de Cristiano en Mestalla, montado el entrenador sobre la chepa de Callejón, tal que fuera un caballito, se diría que el Madrid había ganado el sábado un partido decisivo para la suerte de la Liga. El técnico portugués siempre subrayó las mejores victorias de sus equipos con un gesto histriónico, como si necesitaran de su firma para pasar a la posteridad, muestra de su narcisismo. A la que llegan las jornadas decisivas, siempre aparece la versión más histérica de Mou, cuyo gesto, en cualquier caso, no desmerece para nada el éxito del equipo blanco en Valencia».
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