"Los grandes jugadores de fútbol son recordados porque confirmaron su valor saliendo victoriosos de situaciones desesperada"
La sección de deportes del diario El País alinea a algunas de las plumas deportivas más importantes del panorama nacional. Una sección fuerte dentro del diario de Prisa y prestigiosa en la profesión, que sin embargo vive aquejado de un hábito en los últimos tiempos: el desprestigio al Real Madrid. El mayor apego a todo lo que rodea al F.C. Barcelona se postula como otro de los síntomas de esta disfunción.
Concretamente, desde que José Mourinho llegara al club de Chamartín, se ha visto incrementada la cantidad de informaciones que podían dañar la imagen del Real Madrid o de su entorno, y el entrenador portugués se ha convertido en la diana preferida: —¿Está Jorge Valdano detrás de la ‘campaña’ de El País contra José Mourinho?–, —«Si ganáis un título, yo me quedo y a Valdano lo echan»–, —‘El País’ vuelve a la carga contra José Mourinho en la previa de la ida del partido de la Supercopa contra el Barcelona–.
En la edición de El País del pasado sábado, como previa al clásico Madrid-Barça, la propuesta consistió en un nuevo relato del periodista Diego Torres, en un ejercicio de desprestigio hacia José Mourinho, además de una entrevista exclusiva a Andrés Iniesta, jugador del F.C. Barcelona.
El texto relativo al Real Madrid suponía un golpe hacia el liderazgo de José Mourinho dentro del vestuario blanco, en virtud del capitán, Iker Casillas —Capitán con todos los galones–:
«Los siete clásicos que ha dirigido José Mourinho desde que entrena al Madrid han tenido su sello. […] Avergonzado por los incidentes que pusieron el punto final a la Supercopa en el Camp Nou, el capitán del Madrid se sintió obligado a actuar para evitar la desintegración de la selección española que ganó el Mundial de 2010 […] Dicen que nunca habían visto al portero tan furioso como cuando se plantó ante el portugués. «¿Todos en la misma dirección?», le interpeló. «¿Qué significa? ¿Que todos vamos en la dirección que tú digas cuando a ti te convenga? ¡Que sea la última vez que me echas mierda encima delante de mis compañeros!», aseguran que dijo».
Además, el medio de Prisa presentaba una entrevista en exclusiva con Andrés Iniesta, jugador del Barça y de la selección española, a cargo del reconocido periodista de Barcelona, Luis Martín. La elección para titular el diálogo con el futbolista tenía un objetivo claro, la persona de José Mourinho —«En la vida y en el fútbol no vale todo, ni siquiera en un clásico»–:
Pregunta: «¿Hasta dónde se puede llegar para ganar un partido como el de hoy?»
Respuesta: «No vale todo. Ni en la vida ni en el fútbol, ni siquiera en un clásico. Esta crisis es un buen ejemplo».
Las redes sociales echaron humo el sábado. Muchos usuarios de Twitter volvieron a cargar contra Diego Torres. Uno de los comentarios más extendidos en la previa del encuentro fue este:
«Que ‘casualidad’. Justo en la previa de un partido como éste»
DE MOURINHO A CRISTIANO RONALDO
Una vez finalizado el esperado clásico en la capital, muchas de las miradas de aficionados y periodistas se dirigieron hacia un futbolista, el portugués Cristiano Ronaldo, el llamado a hacer del Real Madrid un equipo que supere al Barça.
El periodista argentino Diego Torres, presentaba en la edición dominical de El País su visión sobre el mal partido que realizó el crack portugués —Cristiano, más pequeño ante los grandes–:
«La imaginación nace de los problemas. Los grandes jugadores de fútbol son recordados porque confirmaron su valor saliendo victoriosos de situaciones desesperadas. Hasta ahora, el único laberinto del que Cristiano Ronaldo consiguió escaparse con la gloria fue el de Mestalla, cuando con un cabezazo logró el gol de la victoria para el Madrid en la última final de Copa del Rey ante el Barcelona (1-0). Demasiado poco para un jugador de su enorme capacidad, capaz de meter 53 goles por temporada y de conquistar el ‘Balón de Oro'».
‘LA AUTORIDAD NO SE DISCUTE’
El jefe de deportes del diario El País en Barcelona, Ramón Besa, lleva a cabo un análisis frío posterior al encuentro más esperado de los últimos meses. La conclusión final reside en que el Barça fue insultantemente superior a su rival en el Bernabéu —Jugar, se juega; la autoridad no se discute–:
«Al Madrid no le vale saber gestionar mejor los partidos que median de clásico a clásico, nada nuevo por otra parte, sino que necesita batirse con el Barcelona para chequear su salud, reivindicar su disposición a recuperar el trono, confirmar que está en camino de revertir el estado actual de las cosas».
«El juego de asociación azulgrana contrastó con el surtido de patadas de los madridistas, partidos, abandonados por Cristiano, superado de nuevo por la cita».
«El ensimismamiento inicial azulgrana se convirtió al final en valentía. El Barça ganó todos los partidos, individuales y colectivos, hasta el de Alves sobre Marcelo, además del de Messi con Cristiano o el de Guardiola con Mourinho. Al madridismo le queda ahora el único consuelo de que su equipo puede ganar la Liga después de perder con el Barça. La autoridad barcelonista está por encima de cualquier marcador, incluso ganando por 1-3. A mayor desafío, mejor respuesta».