Tras ganar al Kashima japonés en la prórroga

El Real Madrid, campeón del Mundial de clubes

Tres goles de Cristiano y uno de Benzema dan el título a los blancos (4-2)

Un Kashima encomiable, lucho como una fiera y estuvo al borde de la gesta

Tres goles de Cristiano Ronaldo y uno de Benzema dan el título a los blancos (4-2).El Madrid abrillantó su cuenta de resultados de 2017 con el pentacampeonato mundial sin nada de qué presumir y tras un forcejeo no presupuestado frente al esforzado y honorable Kashima japonés (Crónica).

Benzema y Lucas Vázquez, retirado en contra de toda lógica más allá de la de no molestar al star-system, fueron el remolque de un equipo que hace tiempo que no sale en tromba y que se colgó la medalla sin un atisbo de gloria, permitiendo que un equipo de talla muy inferior le hablara de tú durante muchos minutos.

Aunque no estuvo a su altura, gracias, sobretodo, a un hat-trick de Cristiano Ronaldo se ganó el título.

La gran actuación del portugués anuló los dos tantos de Shibasaki, la estrella japonesa, que dio la vuelta al tanto inicial de Benzema al comienzo del partido.

El equipo de Zidane logra su tercer título del curso 2015-2016 tras la consecución de la Liga de Campeones y la Supercopa de Europa.

Sin emabrgo, sufrió mucho más de lo esperado el Madrid en un encuentro para el que no se guardó a ninguna de sus figuras.

Zidane apostó por un once con Benzema, Lucas y Cristiano en ataque y en el que entró Ramos en lugar de Nacho. A pesar de que la final pareció ponérsele de cara tras el tanto de Benzema a los ocho minutos, no fue así.

El francés envió a la red un rechazo del portero del Kashima a disparo de Modric, aunque el tanto no terminó con las esperanzas del equipo japonés.

Shibasaki por dos veces dio la vuelta al marcador con dos disparos ajustados ante los que nada pudo hacer Keylor Navas.

DESDE EL PENALTI HASTA EL FINALEl penalti sacó a Cristiano del anonimato y a su equipo del apuro. Y entonces apareció el Madrid en modo competición, con un Benzema a plena iluminación, con Marcelo a toda mecha, con Lucas Vázquez desbordando una y otra vez hasta que le retiró Zidane, en decisión inexplicablemente injusta.

Con su marcha se quebró el momento y se rompió el Madrid, agotado, que se salvó tres veces de la derrota antes del minuto 90. Y Sikazwe le perdonó vergonzosamente la roja a Ramos.

Para eso, parece, no está el VAR, ese gran hermano que ha acabado siendo un primo lejano y molesto. El Madrid alcanzó la prórroga como el náufrago que llega la playa y ahí tiró de oficio. Benzema completó su sinfonía regalándole el 3-2 a Cristiano.

Y el portugués repitió tras ver cómo Suzuki perdía en el larguero el 3-3. Cuando no le alcance para el Balón de Oro le sobrará para la Bota de Oro.

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