Fatal noticia en el deporte australiano. A sus 21 años, Halley Appleby ha fallecido a consecuencia de un brutal placaje que le provocó lesiones en el cerebro y la médula espinal durante un partido de rugby.
Tras dos días de agonía, la familia ha decidido desconectar este lunes la máquina que mantenía con vida el cuerpo de Halley, un joven jugador del equipo de rugby de la Universidad de Queensland. Todo sucedió el pasado sábado, 16 de julio de 2011, durante un partido en Brisbane.
A los cinco minutos de entrar al terreno de juego en sustitución de un compañero recibió un duro placaje. Perdió la conciencia, se fracturó la médula espinal y sufrió un derrame cerebral.
Comenzó entonces la carrera por auxiliar al joven. Greg Smith, doctor de los Queensland Reds -campeones del Super XV- y espectador del encuentro, fue uno de los primeros en darse cuenta de la gravedad de la situación.
La ambulancia llegó en unos minutos y se realizaron maniobras de reanimación cardiopulmonar sobre el césped, mientras los miembros del equipo tapaban con sábanas la dramática escena al resto de la grada, donde se encontraban los padres del joven.
Mensajes de condolencia
El cuerpo de Appleby fue trasladado al hospital, donde ha permanecido dos días hasta que la familia ha dado el consentimiento para que los médicos apagasen las máquinas que le mantenían con vida.
«Era un jugador duro y con mucho talento», resume uno de los entrenadores del equipo, devastado tras la muerte del joven.
«Era uno de esos chicos al que le gustaba ser el alma de la fiesta, siempre estaba haciendo bromas. Sonará a cliché pero era muy querido».
A pesar del fatal desenlace, los presentes en el partido apuntan a el placaje que sufrió Appleby fue «duro pero no ilegal».
Tras conocer la noticia, se han sucedido los mensajes de condolencia a la familia. Uno de ellos del ministro de Deportes:
«Tenía el mundo a sus pies. Es muy cruel que haya sido separado de su familia de esta manera».
