Apretadísima final en los Europeos, en la que la foto finish fue juez. Fifa, español nacido en Marruecos, fue oro. Adel Mechaal, también de origen marroquí, plata
Final agónico en los 5.000 metros de los Europeos de Amsterdam, pero con un resultado perfecto para el atletismo español. Una foto-finish de cuatro hombres decidió que el oro continental era para Ilias Fifa (13:40.85), un joven nacido en Tanger hace 27 años y afincado en Barcelona hace una década (español desde 2015), que remontó en la última recta de manera inesperada.
La instantánea determinaba que tras él, con la medalla de plata, iba Adel Mechaal (13:40.85), de 26, también alumbrado en Marruecos (en Jebha), que vino a Palamós más joven todavía, cuando era niño (con nacionalidad desde 2013). Bronce, el alemán Ringer.
La carrera salió a tren medio bajo (2:51.20, los 1.000 y 8:25, los 3.000), comandada por Ibrahimov, un etíope de Azerbaiyán, y Aras Kaya, un keniano de Turquía. Eran los dos hombres a los que les interesaba acelerar la prueba, porque en un final lento muchos candidatos se apuntarían a su fiesta. Mechaal y Fifa iban bien colocados a su estela.
Por algún extraño motivo, del kilómetro 3 al 4, la prueba dejo de ir ‘in crescendo’. Se frenaron…
Mechaal, procedente del 1.500 se frotaba las manos. Sobre Fifa, más fondista y crossero, recaían más dudas. A falta de 800 empezaron las hostilidades y la prueba se desató en el vuelta final.
Mechaal, con su zancada poderosa, llevaba la iniciativa. Un buen puñado de aspirantes de origen millero le seguían. Un poco por detrás, pasado de revoluciones, iba Fifa. Llegó la última recta y parecía que Mechaal ganaría. Si no, la otra alternativa era el noruego Ingebrigtsen, tercero en los 1.500 (al final fue cuarto).
Pero desde atrás, apareció Fifa. Rompiendo barreras. Acabando con el tópico de que es un corredor lento (aunque tenga 13:05.61, un marcón) y, con una remontada brutal, llegó emparejado con Mechaal. ¿Quién había ganado? Anunciaron el oro para Fifa que estalló en un baño de lágrimas. Mechaal era el dueño de la plata. Fiesta española y catalana, con sabor magrebí.
El llanto de Fifa está marcado por un trasfondo de dureza. Ilias llegó a España en los bajos de un camión, cuando tenía 17 años. Estuvo en un centro de menores en Santa Coloma de Gramanet. Trabajó como barrendero en un párking, en el que su jefe le daba permiso para ir a las competiciones. Cuando Marruecos le llamó dijo: «No me he jugado la vida para rechazar a España». Ahora la vida le sonríe, es el mejor de Europa.
El subcampeón es Mechaal, el que llegó con 5 años a Palamós para acompañar a su padre, que se quedó en Cataluña tras los Juegos de Barcelona, a los que acudió para trabajar. Adel hizo toda su educación en catalán, fue lateral de fútbol gracias a su velocidad y sacó una oposición para trabajar como técnico en un centro deportivo de Calonge. Ahora está de excedencia. Su sueño era ser olímpico y uno de los mejores atletas del mundo. Con este resultado empieza su camino… Los 5.000 metros fueron ajustados, duros, pero con final feliz.
