El Strelka se ha vuelto popular en Rusia sobre todo desde 2016 cuando la federación de artes marciales mixtas comenzó a regirla para darle un marco regulatorio a una disciplina que crecía en las calles.
En esta ocasión se enfrentaron un boxeador amateur, quien se definió como un «toro» y un abogado peleón, pero en evidente baja forma y con bastante kilos de más, que tras entrenarse unas semanas decidió probar su oportunidad.
Las reglas son sencillas, están permitidos los mismos golpes y tomas que en MMA con la diferencia que la pelea termina una vez que alguno de los dos luchadores cae derrotado, ya sea por nocaut, nocaut técnico o abandono.
Además, no hay asaltos, por lo que el reloj nunca se detiene, aunque sí hay pausas si el árbitro, el médico o ambos temerarios lo deciden.