Hay que dejarlo muy claro: ‘Sálvame’ no es un programa del corazón, es un reality-show. El protagonismo no lo tienen las noticias sino quiénes las cuentan. Telecinco reúne cada día a lo ‘mejor de lo peor’ de la selva mediática y rellena ‘las horas muertas’ con las desventuras de unos personajes grotescos y caricaturescos. Pero, ¿cuál es su truco? ¿Es verdad todo lo que sucede ante las cámaras? ¿Cuánto durará esta invasión?.
¿TELEBASURA?
‘Sálvame’ nació en la madrugada del 19 de marzo de 2009 con la idea de comentar los mejores momentos del reality ‘Supervivientes 2009’, pero las continuas peleas de sus protagonistas se canjearon con audiencias masivas y el magacine pasó a ser diario con la intención de tratar contenidos de la vida social.
Ahora, ‘Sálvame’ cubre cuatro horas de parrilla de lunes a viernes en T5 y Belén Esteban, Kiko Hernández, Mila Ximénez, Karmele Marchante, Rosa Benito, Lydia Lozano, Kiko Matamoros, Raquel Bollo, Luis Rollán, Terelu Campos y, en ocasiones, Rafa Mora o la ex madame María de Mora, discuten, se gritan, se reconcilian, lloran, ríen, destapan intimidades, ofrecen erotismo barato y escandalizan.
Telecinco es una empresa privada. No cuida sus contenidos con el fin del bienestar social. Paolo Vasile no es Robin Hood, no roba cultura a los ricos para dársela a los pobres. Lo que quiere, legítimamente, es ganar dinero y si este espacio le da audiencia y le sale muy barato pues lo seguirá emitiendo. El público decidirá si Jorge Javier Vázquez y los suyos se van al paro o no, pero es difícil escapar de ellos.
¿POR QUÉ FUNCIONA?
Porque entretiene, es como música de fondo y da tema de conversación. Los colaboradores se meten en millones de hogares todos los días. La gente les quiere o les odia pero, de alguna manera, les importa más lo que les ocurra a ellos que a la celebrity de moda. Los de ‘Sálvame’ son más accesibles.
Aparte del show diario, también tenemos ración doble los viernes con el especial nocturno del ‘Sálvame Deluxe’. Son muchas horas y hay que rellenarlas con contenidos. Por ello, se dan luz verde a montajes y/o escándalos que protagonizan las propias ‘estrellas’ del producto. Problema nuestro si caemos como tontos.
Pongamos tres ejemplos de las creaciones más manipuladoras que han nacido de ‘Sálvame’ durante el 2010.
«LA PRINCESA DE LOS CUERNOS»
Belén Esteban es la «estrella» de ‘Sálvame’ aunque no se sabe muy bien el porqué. No da exclusivas, es prepotente, mal educada y no aporta mucho. A lo mejor es por todo ello que tiene éxito.
Este año, la ex de Jesulín de Ubrique ha sufrido una sobresaturación mediática. Su marido, Fran Álvarez, le ha sido infiel, se han estrenado dos documentales sobre ella, una doble ha protagonizado una película porno y respondió a las preguntas del público en un especial, ‘España pregunta, Belén responde’.
Telecinco ha explotado de manera descarada a un personaje que es blanco fácil de las críticas, pero cuya demagogia, su aparente fortaleza y su falta de pudor le encumbran a la categoría de animal televisivo. Belén Esteban ya no es una persona, es un estado de ánimo.
RODRÍGUEZ MENÉNDEZ: DURMIENDO CON SU ENEMIGO
A comienzos del mes de octubre de 2010, ‘Sálvame Deluxe’ alcanzó mínimos históricos frente a su rival directo los viernes por la noche, ‘DEC’ (A3). Según supo Periodista Digital en exclusiva, debido a esta caída del share, Telecinco decidió provocar un nuevo ‘atentado’ televisivo que diese de qué hablar y adelantó la emisión de una entrevista que la productora de ‘Sálvame’ le había hecho al prófugo Rodríguez Menéndez. La estrategia salió redonda.
El abogado atacó sin piedad a los colaboradores del mismo programa que le pagaba. Llamó «puta» a Mila Ximénez, «ninfómana» a Lydia Lozano y «ladrona» a Karmele Marchante. Durante 5 semanas las tertulianas interpretaron el papel de víctimas en apuros para ganarse el favor del pueblo sin reconocer que habían sido ellas mismas las que habían invitado al «demonio» a entrar en su casa sólo para ganar más dinero.
Ninguna asociación de telespectadores se quejó del bochornoso espectáculo que es el hecho de pagar cuantiosas cantidades de dinero a un delincuente para darle voz en televisión.
¿UNA BROMA CRUEL O UN BUEN GUIÓN?
El 28 de diciembre de 2010, los responsables del espacio quisieron gastarle una broma a los colaboradores para celebrar el día de los Santos Inocentes. La burla consistía en hacerles creer que la cadena había despedido a Paz Padilla –quien hace las veces de Jorge Javier los viernes– y que buscaban sustituto entre los tertulianos. Éstos, grabados con cámara oculta, se despellejaron entre ellos y el conflicto dio para varios programas.
¿Existe alguna diferencia entre esta inocentada y las pruebas que sufren los concursantes de ‘Gran Hermano’? No. Este es el ejemplo más lúcido para demostrar que ‘Sálvame’ es un reality-show. Un espacio que busca la confrontación y el desespero de sus integrantes. Ellos cobran por hacer el ridículo, no son ningunas víctimas.
¿CUANTO TIEMPO LE QUEDA A ‘SÁLVAME’?
Dado el nivel de intensidad en el que vive el programa, su fecha de caducidad está próxima. A lo sumo le quedan dos años más. Ahora, Telecinco es la cadena privada más vista del país, pero hace dos años estaba por los suelos. Volverá a caer y volverá a adaptarse.
‘Sálvame’ es hijo de la crisis económica. Un producto fácil que hace olvidar problemas propios para reírse de los ajenos. Un espacio barato que rellena parrilla. Cuando la recesión desaparezca, el público será más exigente y las tornas cambiarán.
De momento, esta suerte de reality post-moderno será seguido por admiradores y por retractores (aquellos que lo detestan, pero que necesitan verlo para criticarlo). ‘Sálvame’ da de comer a mucha gente, no sólo a su equipo si no a todos los que estamos relacionados con la televisión, todos los que hablamos de sus contenidos diariamente. Deberíamos estarle agradecidos.