¿Alguien se cree a Lydia Lozano? La verdad es que cuesta hacerlo. Una de las colaboradoras de ‘Sálvame’ con mayor tirón ha perdido, en un sólo día, el apoyo del público, de la dirección del programa y, seguramente de su marido. Y no sabemos por qué, nos da la sensación de que ella está encantada de la vida.
Hay dos maneras de tomarse las desgracias de la vida: la pesimista o la de Lydia Lozano. En los últimos días, la periodista se ha puesto en el disparadero, se le ha atacado dónde más le duele (su señor esposo) y, por enésima vez, se le ha cuestionado su profesionalidad. Cualquier hijo de vecino pondría el grito en el cielo y se vendría abajo, Lydia Lozano también lo ha hecho pero ha aprovechado la coyuntura, amén de su afán de protagonismo, para darse con un canto en los dientes. La periodista está tardando en hacer una guía de autoayuda: ‘¡Cámaras a mí! o Cómo hacer que los infortunios cotidianos te conviertan en una estrella’. Sería un best-seller, seguro.
El 5 de junio de 2013, Lozano tenía dos frentes abiertos. Por un lado, se enteró de la ‘peor’ ( o mejor, no lo sabemos muy bien ) noticia que le podían dar: Su oculto y misterioso marido, ese que más que un hombre parece una leyenda urbana, por fin va a tener rostro. En realidad, esta no es la noticia, lo es el hecho de que la culpable de que el anonimato de Charly ya sea agua pasado es …¿lo adivinan? … su queridísima mujer.
Aquel día, Jorge Javier Vázquez, muy ceremonioso él, sacó a la palestra a Lozano para decirle que su compañero, Kiko Matamoros tenía una cosa que le quería decir:
Hay un reportaje fotográfico en el que todo el mundo va a poder ponerle cara a Charly
Según Matamoros, las fotografías «no son excesivamente bonitas» y le resumía su contenido: «os han visto en actitudes cotidianas de cualquier pareja que está en la playa, que te puedes cambiar el bañador en un momento. No son fotos muy estéticas.
La noticia es que Lydia no lloró al enterarse. Sólo se limitó a decir:
«¡Qué pu…da!» (era horario protegido, por lo que no pudo decir «ta»)
Lo interesante aquí no es que por fin le pongamos cara a Charly sino que la culpable de que este buen señor sea, después de tantos años oculto, un objetivo fotografiable, ha sido ella. ¿Por qué? Porque se ha tirado dos semanas hablando de él y llorando por las esquinas de Telecinco en su nombre.
Todo ocurrió cuando, una semana antes, la revista ‘¡QMD!’ publicó una entrevista a otro colaborador de Sálvame, Jimmy G. Arnau, en la que no dejaba en muy buen lugar al esposo de Lozano (le llamó vago y «brasas» e insinuaba que ambos tenían una relación ‘abierta’, entre otras cosas). Lydia se puso histérica y dijo las palabras clave para que cualquier paparazzi se lance a su cuello:
Mi talón de Aquiles es mi marido. ¡Dejad a Charly en paz!
Querida Lydia, decir esto en el programa en el que trabajas, es una carta blanca para que una legión de reporteros siga a tu marido.
Y es que, tal y como dijo Lydia Lozano aquel 5 de junio, cuando se enteró de que existen unas fotos playeras de su esposo:
Es verdad que hemos estado en la playa. Fueron unas vacaciones diferentes porque, tras los trampolines ( haciendo referencia a su paso por el concurso ‘Mira quién salta) ya no tenía miedo a que me hicieran fotos y una amiga me djo: «No, ahora no te van a hacer fotos a ti, se las van a hacer a él (a Charly». Yo lo sabía.
LA DIRECCIÓN DE ‘SÁLVAME’ CONTRA LYDIA LOZANO
Pero los conflictos con la popularidad de su esposo, no fueron nada comparado con lo que pasó después en aquella tarde del 5 de junio de 2013. Y es que, por primera vez, la dirección de ‘Sálvame’ vapuleó a la ‘pobre’ Lydia Lozano. ¿Por qué? Por culpa de Álvaro Muñoz Escassi y Sonia Ferrer.
Pongámonos en situación:Ferrer y Escassi fueron compañeros de Lydia en ‘¡MQS!’ y desde que se inició el concurso, Lozano siempre negó, por activa y por pasiva, que la presentadora y el jinete tuviesen algo más que una bonita amistad.
El problema es que el 4 de junio de 2013, la revista Lecturas publicó en portada unas fotos (un clarísimo ‘falso robado) en las que la pareja confirmaba su amor. Obviamente, en ‘Sálvame’, los colaboradores cargaron contra Lozano llamándola mentirosa y acusándola de haber ocultado la ‘verdad’ durante tanto tiempo.
Justo cuando Lydia estaba intentando defenderse de mala manera, Jorge Javier la interrumpió y dijo:
Me dice David Valldeperas (director del programa) está muy indignado con este tema, Me acaba de decir: «¿sabes lo que ha hecho Lydia? Engañar a la audiencia que le es fiel cada tarde»
Estas palabras pusieron muy ‘contentos’ a los Kikos y Matamoros no tardó un segundo en llamar «lerda» a su compañera.
Jorge Javier, fiel a sus principios, se fue a picar al público para que se revelase contra Lozano. Y, de repente, una señora salió de las gradas hecha una furia y como si estuviese en la campaña electoral de su pueblo, se fue hacia la colaboradora y la comenzó a insultar. Visto el vídeo unas cinco veces, un servidor es incapaz de transcribir el insulto. ¿Dice puma? ¿Una? ¿Uma? ¿Uma Thurman? Véanlo ustedes y saquen sus propias conclusiones.