Cada programa cuesta 66.000 euros

Buruaga pincha con ‘Así de Claro’, un programa soporífero que agrava el hundimiento de TVE

Una tertulia política anticuada y aburrida que aporta poco

Buruaga pincha con 'Así de Claro', un programa soporífero que agrava el hundimiento de TVE
Ernesto Sáenz de Buruaga. TVE

El 25 de mayo de 2015, Ernesto Sáenz de Buruaga se unió a la lista de nuevos fichajes con los que TVE pretende encarar su futuro, es decir José Luis Moreno, Bertín Osborne, Los Morancos, todos ‘muy jóvenes y refrescantes’, justo lo que la pública necesitaba.

La audiencia le ha dado la espalda a ‘Así de claro’ (6,5% de share), un debate político encorsetado y con unos tertulianos empecinados en salvar la cara del PP tras las elecciones autonómicas y municipales del 24 de mayo de 2015

En descargo de TVE, Telecinco estrenó ‘Anclados’ y Antena 3 la nueva temporada de Pekín Express’ y eso resta audiencia. También es verdad que TVE está gafada desde hace tiempo y que no se esperaban grandes audiencias para el regreso de Buruaga a la pública, pero el mal resultado de público nada tiene que ver con la calidad del producto.

Empecemos por el aspecto visual. Nada en ‘Así de claro’ despunta ni llama la atención. Los decorados, la iluminación, la disposición de los tertulianos y la realización son soporíferos, monótonos y tristes.

Es un programa sin ritmo y sin el menor sentido del espectáculo, que alarga hasta el exceso los temas y los discursos y que no ofrece nada atractivo. Es todo lo contrario a lo que debería ser la televisión. Está concebido más como un producto radiofónico que para ser grabado con una cámara.

El nivel de tertulianos no podía ser menos atractivo y plural. Victoria Prego, Ángel Expósito (COPE), Bieito Rubido (ABC) y Francisco Vázquez, el exalcalde de La Coruña Fernando Sánchez Dragó, Joaquín Leguina y la escritora Paula Arenas.

Si TVE pretende rejuvenecer su audiencia y abrirse a un público más amplio, sobra decir que con este ‘casting’ no es que no vaya por buen camino, es que directamente se dirige al precipicio.

Buruaga, plantado en medio del plató como una estatua de sal que ni siente ni padece, quiso engañarnos con una pluralidad que no era tal, conectando con Albert Rivera y Pablo Iglesias, pero fue un espejismo.

Y mientras que Victoria Prego se empeñaba en su eterno ‘El PSOE lo hacía peor’ y Sánchez Dragó sólo hablaba de sí mismo y de lo poco que le gusta la política, el programa daba vueltas sobre sí mismo. Por ejemplo, el sketch de Rajoy convertido en un dibujo animado 3D no daba risa, daba miedo.

‘Así de claro’ está obligado a ser un programa de contenidos variados puesto que el Consejo de RTVE obliga a que los espacios informativos sean producidos por la pública y no por empresas externas (en este caso por Pulso, filial de Secuoya).

Por ello, se intentó colar las ya mencionadas animaciones humorísticas y algún que otro tema menor como los posibles pitos al himno español en la final de la Copa del Rey entre el FC Barcelona y el Athletic de Bilbao. El resto, casi dos horas de programa, fue un debate político puro y duro.

Y todo esto al ‘módico’ precio de 66.000 euros por cada uno de los 13 programas previstos, es decir, un total de 858.000 euros por la primera tanda.

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Autor

Sergio Espí

Sergio Espí, guionista y crítico de televisión de Periodista Digital, responsable de la sección 3segundos.

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