Contra todo pronóstico, 'Spotlight' se corona como la Mejor Película

Oscars 2016: racismo por doquier, la felicidad de Dicaprio y una sorpresa final inesperada

Alejandro González Iñárritu repite como Mejor Director, mientras que Leonardo DiCaprio por fin consigue la tan deseada estatuilla

Sergio Espí

29 Feb 2016 - 08:30 CET

Oscars 2016: racismo por doquier, la felicidad de Dicaprio y una sorpresa final inesperada — Leonardo DiCaprio.

Fue una gala poco llamativa pero amena, divertida pero de humor ‘negro’ (en muchos sentidos) y con una sorpresa final que nos dejó boquiabiertos. En la 88 edición de los Oscar, celebrada en la madrugada del 28 al 29 de febrero de 2016, vimos por fin a Leonardo DiCaprio levantar su estatuilla dorada por ‘El Renacido’.

Su director, el intenso y sobrevalorado, Alejandro González Iñárritu, repetía por segundo año consecutivo como mejor director pero, contra todo pronóstico, el premio a la mejor película del año recayó sobre ‘Spotlight’. ¿Justicia o injusticia?

CUESTIÓN DE COLOR

No había negros nominados pero la presencia afroamericana ha estado más presente que nunca en la 88 gala de los premios más importantes de la meca del cine. Han sido muchos los profesionales del séptimo arte que han criticado (e incluso se negaron a ir) la falta de diversidad de la que, supuestamente, ha vuelto a hacer alarde la Academia.

El problema quizá no era que no hubiese actores de color nominados. Es un poco estúpido tener que premiar a personas de cualquier minoría sólo por corrección política. No se pide eso, supongo, sino que todos tengan acceso a papeles o trabajos importantes (y nominables) dentro del cine.

Este año ha pasado algo insólito. Ha sido la primera vez que un actor que ha sido premiado por el sindicato de Actores (el gremio que más miembros tiene la Academia del cine) y ni siquiera estaba nominado al Oscar. Se trata de Idris Elba, que ha ido recopilando galardones allá por donde ha ido por su papel de reparto en Beasts of No Nation. Y sí, es negro.

El caso es que, ante la ausencia de nominados no-blancos (en realidad, negros) han sido muchos los que se han puesto en huelga, intentando hacer un boicot en Hollywood. Entre ellos, el director Spike Lee o el actor Will Smith, quienes decidieron no acudir a la gala.

CHRIS ROCK, EL PERFECTO PRESENTADOR, SE RÍE DEL RACISMO

Eso sí, durante la gala de los Oscar 2016 la palabra más pronunciada fue… «black» (negro). De hecho, Chris Rock, el maestro de ceremonias, nos regaló un monólogo inicial soberbio en el que se reía de todos, de los blancos, de los negros, de los chinos… De todos.

Rock, con la autoridad que le da ser afroamericano para reírse del racismo, defendió el cine como tal sin peleas políticas. Sus chistes fueron geniales. Por ejemplo:

La comunidad negra no protestó sobre los Oscar en los 50 o los 60 porque en ese tiempo teníamos cosas reales por las que protestar» como por ejemplo, que nos colgaran de los árboles

Jada Pinkett Smith (mujer de Will Smith) boicoteando los Oscar es como si yo boicoteara los pantis de Rihanna. No estaba invitado
Este año, las cosas van a ser diferentes. En el segmento In Memorian solo aparecerá gente negra que ha sido tiroteada por policías
Si se nominara a los presentadores, yo no hubiera conseguido el trabajo. Ahora mismo estaríais viendo a Neil Patrick Harris

Maravilloso también fue el sketch titulado ‘El Minuto negro’ en el que la actriz Angela Basset homenajeba al actor más ‘black’ del mundo… Jack Black (que de negro sólo tiene el apellido).

UNA GALA AUSTERA PERO CON RITMO

Toda gala de premios es una invitación a dormirse. Es muy difícil hacer de un evento así un espectáculo televisivo. Aún con todo, este año se han hecho las cosas más o menos bien. En primer lugar, sólo hubo tres actuaciones musicales (ningún número de baile) y se entregaban los premios siguiendo la construcción de una película: primero los guiones (adaptado y original), luego el vestuario, diseño de producción…. Todo rápido, no voy a decir entretenido pero sí ameno.

Me gustó mucho que cada vez que se entregaba una estatuilla dorada, se explicase bien la categoría de la que se estaba hablando (se explicó cómo se lleva a cabo el montaje, los efectos especiales, la mezcla de sonido…).

Todo fue muy sobrio en la forma pero correcto. No hubo momentos de gran emoción, ni lágrimas ni incidentes destacables. Me quedo, eso sí, con el discurso de Sam Smith, ganador de la mejor canción original por «Writing’s on the wall» («Spectre»). El cantante se declaró el «primer gay» en ganar un Oscar. No es cierto pero sé el primero que lo ha dicho abiertamente en el escenario.

‘SPOTLIGHT’, LA GRAN SORPRESA

Al final de la noche, todos pensábamos que la película ganadora sería, o bien ‘El Renacido’ (que se había llevado los de mejor director y mejor actor principal) o ‘Mad Max: Furia en la carretera’, que había arrasado en el aspecto técnico (logró seis premios en total).

Pero no. Al final y para disgusto del sobrevaloradísimo y pedante Iñárritu, Morgan Freeman leyó el nombre de ‘Spotlight’ como mejor película del año.

El filme triunfador, dirigido por Thomas McCarthy, narra los hechos reales ocurridos en 2002 en los que un equipo de reporteros de investigación del Boston Globe destapó los escándalos de pederastia cometidos durante décadas por curas de Massachussets. La publicación de estos hechos, que la archidiócesis de Boston intentó ocultar, sacudió a la Iglesia Católica como institución.

¿Se merecía ganar? Bueno… ‘Spotlight’ es una buena película. Arriesgada en el tema pero no en la forma. Es demasiado fría y seca , excesivamente radiofónica y de poco (o nulo) talento visual.

A mí, concretamente, me aburrió. De verdad, entiendo que su austeridad sea premeditada, que se hayan olvidado del morbo fácil (cosa que aplaudo) pero la cinta no deja de poner un muro demasiado alto y frío entre el espectador y la historia.

IÑÁRRITU, EL GRAN TIMADOR

Lo siento mucho pero Alejandro González Iñárritu me parece un hipster prepotente y engreído que se cree la bala que mató a Kennedy. Y no le estoy atacando a él como persona, sino su obra. Todas sus películas son pretenciosas, excesivas. Confunde emoción con tortura. En sus cintas, los protagonistas son masoquistas que buscan la redención a través de las desgracias más inimaginables.

Vale que ‘El Renacido’ es mil veces mejor que ‘Birdman’ (la peor y más sobrevalorada película de la última década) pero tampoco es la obra magna que quiere ser. Todo en ella huele a la desesperación del director por ser grande, por tener el reconocimiento de todo el mundo.

Definiría ‘El Renacido’ como la naturalidad más falsa del mundo. Se supone que nos quiere trasladar a la esencia humana más pura y real pero todo en ella son golpe de efectos que se ven a la legua.

Aunque mi favorita para ganar el Oscar era ‘Room’, no negaré que me alegro que ‘El Renacido’ se haya quedado sin estatuilla. Eso sí, su insufrible director ha vuelto a ser premiado por segundo año consecutivo. Qué le vamos a hacer…

DICAPRIO POR FIN LO CONSIGUE

No entiendo esa insistencia para que Leonardo DiCaprio ganase un Oscar. ¿Era tan terrible que no lo hubiese ganado antes? ¿De verdad? Hay actores increíbles que no lo tienen y nadie dice nada ( Glenn Close, Paul Giamatti, Patricia Clarkson, Brat Pitt..).

Pero bueno, la ‘injusticia’ por fin se ha erradicado. Leo tiene su Oscar. Bien. Por este papel sí se lo merecía, aunque sólo fuese por aguantar a Iñárritu tres meses y bajo condiciones extremas.

GANADORAS Y GRAN PERDEDOR

Se supone que Sylvester Stallone (nominado como actor de reparto por ‘Creep) ha sido el gran perdedor de los Oscar 2016 pero, de verdad, el suyo hubiese sido un premio honorífico más que merecido (pero si tiene menos expresión facial que Hiba Abouk o Nati Abascal juntas).

Los premios más justos de la noche los recogieron, sin duda, las actrices. Brie Larson ganó como actriz protagonista en ‘Room’ y la guapísima Alicia Vikander se llevó el Oscar por ‘La chica Danesa’.