Famous se alza como ganador en una gala emotiva pero con problemas

Razones por las que ‘OT 2018’ ha sido un despropósito: un final flojo para una edición mediocre

TVE se ha equivocado con los tiempos, el casting y propuestas técnicas

Razones por las que 'OT 2018' ha sido un despropósito: un final flojo para una edición mediocre

El 19 de diciembre de 2018 terminó ‘Operación Triunfo 2018′, una edición marcada por la polémica. Famous terminó siendo el ganador de una gala mediocre, una más dentro de un programa equivocado desde el principio.

Nunca va a llover a gusto de todos y con los talent-shows y los realities siempre pasa lo mismo: se crean pasiones y rechazos a partes iguales. Se crea un fenómeno fan por el que todo se distorsiona. Pero hay una cosa clara, ‘OT 2018′ no es ‘OT 2017′.

Aunque no se hubiera visto la edición del año pasado, todo el mundo sabía quiénes eran Amaia, Alfred, Aitana o Ana Guerra. La gente cantaba ‘Lo Malo’ por la calle y le dimos una oportunidad (la enésima) a Eurovisión sólo porque ‘Tu Canción’ había salido de OT. Los concursantes del 2017 siguen siendo iconos sociales y ese es el problema fundamental.

Pasó lo mismo con la primera edición. Fue un fenómeno de masas pero la segunda, en comparación, se quedó a medio gas.

No hay espacio en la industria musical para tantos triunfitos. ‘OT’ es un programa que no se puede hacer deprisa y corriendo. Entiendo que el éxito es adictivo pero a la vista está que hay que tomarse su tiempo para hacer las cosas.

¿Qué ha ocurrido con ‘OT 2018’? Que han querido repetir la fórmula de ‘OT 2017′ y les ha salido mal. La mejor muestra de ello ha sido el casting: Han querido estrellas en vez de músicos. Mal. Muy mal.

Conozco gente que se ha entregado a la causa, que incluso les ha gustado esta edición más que la anterior. Anoche mismo, durante la final, recibía mensajes muy apasionados de amigos y compañeros, apostando por uno u otro concursante. Pero no hay duda de que ‘OT 2018′ no ha alcanzado las cotas de popularidad de su antecesora.

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Además de un casting erróneo, ‘OT 2018’ ha estado marcado por las polémicas, unas absurdas y otras indignantes: Desde la baja de Mónica Naranjo como miembro del jurado ( siendo sustituida por una sosísima Ana Torroja) al ‘caso «mariconez«, pasando por el grosero novio de María, la huelga organizada por los concursantes porque no les dejaban entrar a sus habitaciones antes y, por supuesto, el despido fulminante de Itziar Castro como profesora de interpretación. Todos estos casos han dejado en evidencias las debilidades del formato. Han ensuciado su imagen y no nos han dejado ver lo realmente importante: la música.

Y para colmo, seguimos con los mismos problemas de siempre. Nos prometían un espectáculo que no era. Los números, las coreografías y la puesta en escena eran mediocres. Las galas, largas y aburridas. El sonido ha vuelto a fallar y la realización nos ha indignado.

La gala final no fue una excepción. Julia, Sabela, Natalia, Alba y Famous eran los finalistas y fueron eliminados en este orden. Al final, fue el andaluz el que se llevó el gran premio. ¿Lo merece? Sí, supongo.

Muchos eran los que querían ver a Alba o a Natalia como triunfadoras pero Famous no es malo, es excelente, de hecho. Pero da igual. Sí, a muchos nos ha dado igual que ganara uno u otro. En eso se resume ‘OT 2018′.

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Autor

Sergio Espí

Sergio Espí, guionista y crítico de televisión de Periodista Digital, responsable de la sección 3segundos.

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