Kiko Matamoros es un animal televisivo, capaz de hacerte creer lo contrario a lo que ha dicho el día anterior. Es tan vehemente que convence, o eso lo intenta. El 10 de enero de 2019, el colaborador de ‘Sálvame’ fue cazado en todas sus mentiras en lo relacionado con el supuesto romance (hace más 20 años) entre su exmujer, Makoke, y el actor estadounidense Brad Pitt.
Makoke se hizo principalmente popular por decir que había pasado un fin de semana romántico con Brad Pitt en 1997 cuando él vino a España a presentar la película ‘Siete años en el Tibet’.
La exmujer de Kiko Matamoros lleva más de 20 años hablando de su romance con Pitt pero el viernes 4 de enero de 2019, llegó a ‘Sálvame’ un email supuestamente enviado por la agencia de representación del actor de Hollywood, en el que se desmentía la relación entre Makoke y Brad Pitt y amenazaba con demandas.
Ese día, estaba el propio Kiko Matamoros en el plató y defendió a su ex y dio detalles de la noche de autos, dejando claro que Makoke sí había pasado un fin de semana con Brad Pitt en una finca de Valladolid.
Pero, al final, el mencionado email era falso. Había sido enviado desde un pueblo de Almería y, supuestamente, el autor sería un amante despechado de Makoke.
Pero aún con todo, los hay que no se creen a Makoke. No hay imágenes de ella junto a Brad Pitt, no se sabe en qué finca estuvieron y, sobre todo, la versión que han ido dando tanto ella como Matamoros a lo largo de los años está llena de contradicciones (que si el encuentro fue en una discoteca o en otra, que si se conocieron en un sitio u otro…)
El 10 de enero de 2019, Matamoros acudió a su cita semanal a ‘Sálvame’ y tras ver un vídeo en el que se resumían todas las congruencias de la historia de su ex y Brad Pitt se enfadó:
Me permites que piense que los videos que ponéis no están bien. Todo eso es mentira.
Le gritó Matamoros a la presentadora, Carlota Corredera.
La colaboradora, Gema López destacó que:
Se enfada cuando le han pillado es a él.
Y era cierto. Habían pillado a Matamoros pero él no quería admitirlo. Se defendió como hace siempre, a gritos, insultando al personal y contradiciéndose así mismo.