José Roselló y su mujer, Victoria, padres de Julen– el niño fallecido en un pozo en Totalán- hablaron por primera vez para un programa de TV y lo hicieron para ‘Espejo público’ (A3) el 27 de marzo de 2019. La entrevista fue un ejemplo perfecto de explotación morbosa con dos personas que casi no podían hablar y que no aportaba más información de la que ya se tiene sobre el caso.
Se ha hablado mucho sobre el papel de los medios en casos de especial gravedad como los de Diana Quer, el niño Gabriel y, recientemente, el de Julen Rossellón, el niño de dos años que cayó a un pozo profundo y estrecho el pasado 13 de enero en Totalán (Málaga).
Es innegable que la explotación informativa en todos estos casos y en el de Julen en particular, ha sido excesiva y amarillista. Por un lado, han sido todos los medios y todas las cadenas los que han participado de esa sobrexposición mediática. No hay unos ‘canales buenos’ y otros ‘malos’. Todos han hecho- y hacen- lo mismo.
Pero lo que vimos el 27 de marzo de 2019 en ‘Espejo público’ con los padres de Julen roza lo inmoral. No por la entrevista en sí. Cualquiera hubiera querido hablar con ellos. El problema es el tono y el no plantearse si era necesario o no interrogar públicamente a dos personas que no podían ni hablar.
Cuando José Roselló, agarrado a su mujer desde una azotea de Málaga, le pidió a la presentadora de ‘Espejo público’ que de ciertas emociones y recuerdos no quería hablar porque le hacían «mucho daño», Susanna Griso insistió:
Imagino que es inevitable torturarse y preguntarse: ‘Y si yo no hubiese hecho esto, y si yo no hubiese ido, y si hubiese cambiado de planes o hubiese estado más pendiente de Julen…. Esas preguntas que supongo que todos nos haríamos, a ti te mortifican ¿no?
¿De verdad era necesaria esa pregunta? ¿Qué aportaba para la investigación del caso más allá de la sed por la sangre moral?
Griso también desveló que Victoria está en tratamiento psiquiátrico y que toma medicación, algo que ni es relevante y que pertenece a la intimidad de la entrevistada.
La entrevista era incómoda de ver. Irrespetuosa. José y Victoria respondían con monosílabos, sin saber casi cómo explicarse, (en parte porque hay un proceso judicial abierto y no pueden contestar a todo) mientras que Griso y sus colaboradores intentaban escavar en el morbo.
A lo largo de la entrevista, padre del pequeño afirmó que «todo el mundo tiene derecho a defenderse», pero no apoyan ese informe en el que se afirma que las tareas de rescate fueron las culpables de la muerte de Julen.
Entre otras cosas, José Roselló dijo:
Estamos destrozados, intentando sobrevivir.
Felices no vamos a poder ser nunca, pero amor y cariño no nos va a faltar.
Vamos a esperar y estamos como acusación particular, queremos que se haga justicia y se investigue todo.
La primera vez que vimos el pozo, el niño ya se había caído.
Nos tuvieron engañados, escuchábamos todo el tiempo que la operación duraría 24-48 horas.
He conocido a gente con un corazón que no les cabe en el pecho.
La madre de Julen, casi no habló pero aclaró que quieren «darle un hermano a Julen» pero que «no está embarazada» tal y como se había especulado.