Belén Esteban ha estado diez días de vacaciones y en ‘Sálvame’ la han recibido por todo lo alto, sacando temas supuestamente polémicos sobre ella pero que eran un cebo para darle valor a un personaje que ya cansa. ¿Nadie se da cuenta de que este personaje ya no tiene nada que contar? Ese es el truco (y la grandeza ) de ‘Sálvame’: Hacer grande lo que no tiene importancia.
Tras diez días de vacaciones con su novio, Miguel, la de Paracuellos regresó a ‘Sálvame’ el 8 de marzo de 2019 y le esperaban tres frentes abiertos: La casa que salió a subasta de Toño Sanchís, su boda y el rumor de embarazo.
En cuanto a la primera, una semana antes se supo que la compradora que más pujó pro la casa de Toño Sanchís cuando salió a subasta se había echado atrás. Es decir, que la casa podría ser de Belén Esteban porque fue ella la segunda en pujar.
En su entrevista con Carlota Corredera antes de entrar al plató de ‘Sálvame’, Belén Esteban empezó hablando de su exprepresentante, Toño Sanchís, y del dinero que le debe.
Estamos muy contentos como han salido las cosas. Podían pasar dos cosas, que me pagara lo que me debe o quedarme con el único bien que tenía.
Toño tiene una hipoteca y en caso de quedarme yo la casa yo me haría cargo de esa hipoteca de más de 200.000 euros y a mí me la dan con una letra de unos 1000 euros al mes. Puedo venderla o puedo alquilarla. Me he informado y en esa zona, esa casa, costaría unos 2000 o 2500 euros.
Belén también confirmó que han aparecido más facturas que Toño Sanchís habría cobrado sin darle el dinero a su representada. Es decir, le debe más dinero.
Pero este es un tema del que tanto ella como sus compañeros hablan a diario. No hay nada nuevo que contar. Ya sabíamos todo.
Y en cuanto al enésimo rumor de embarazo, Belén, otra vez, lo negó.