Todo fue un montaje. La historia del suicidio de Adolf Hitler y de Eva Braun en el búnker de berlín en 1945, es un fraude de tomo y lomo. Tenían dobles, y todo fue una puesta en escena que nos han hecho tragar con ruedas de molino.
Así al menos se desprende de las investigaciones realizadas por Bob Baer, un agente veterano de la CIA, y un grupo de expertos que han tenido acceso a 700 documentos desclasificados del FBI, quienes afirman que se escaparon en avión a las Islas Canarias, -concretamente a Tenerife-, para luego trasladarse a Argentina, tal y como se hace eco ‘The Mirror‘.
Bob Baer, señala que
«Lo que estamos haciendo es volver a examinar la historia, la historia que pensamos se resolvió con la muerte de Hitler en el búnker, pero no tenemos ninguna prueba de esta versión».
Uno de los documentos desclasificados señala:
«los oficiales del Ejército estadounidense en Alemania no han localizado el cuerpo de Hitler y no hay ninguna fuente fiable que certifique su muerte».
DOBLES Y LABERINTOS
Entre las pruebas descubiertas que corroboran esta nueva versión, los investigadores encontraron que el cuerpo de Hitler encontrado por las tropas soviéticas era unos 12 centímetros más pequeño que su estatura real, mientras que en el cráneo el agujero de la bala también era menor de lo que debería de haber sido.
«Lo que sí sabemos, de pruebas, es que Hitler y Braun tenían dobles, con los que podían haber montado una perfecta escena del crimen»,
dijo a su vez el ex investigador de crímenes de guerra de la ONU, John Cencich.
Además el estudio reveló la existencia de una red de túneles que ofrecían una vía de escape hasta el aeropuerto de Tempelhof en Berlín, desde donde podría haber escapado a España.
