Están hasta las narices de tanta corrupción, de tanta pamplina y de que les engañen como si fueran tontos vendiéndoles un socialismo mal entendido como la madre del cordero.
Opositores y chavistas, todos a una, se salieron en las últimas horas de las colas que aguardaban la apertura del Abasto Bicentenario, ubicado en el caraqueño Palo Verde, almacén desde donde se suponía iban a repartir con cuantagotas alimentos básicos para llevarse en la cesta de la compra. Pero ni las migas:
«El pueblo es lo que está aquí. Chavistas somos, pero miren lo que está pasando aquí, queremos resolver ya. Estamos cansados de que policías y familiares de empleados se lleven todo, les pasan dinero. Cómo es posible que aquí llegue pollo a las once de la mañana y a la una de la tarde ya no hay pollo porque se los llevan ellos por la otra puerta. Queremos que esto salga a la luz porque queremos resolver todo esto, no queremos vivir más esta vida. Aquí, en el Bicentenario de Palo Verde se están burlando de la gente, esto es una falta de respeto».
Indignados, cerraron las distintas vías del sector en forma de protesta, al grito de «Todos los días nos engañan ¡El pueblo tiene hambre!».
La escasez de productos ha obligado a muchos venezolanos a hacer colas durante horas de la noche y madrugada, expuestos a la intemperie y la delincuencia para poder adquirir alimentos y artículos de primera necesidad; pero lo humillante no termina allí, pues suele pasar que alimentos como el pollo o la harina de maíz desaparecen al poco tiempo de haber llegado al establecimiento.
.#27oct El pueblo tiene hambre!!cierran calle dl CC Palo Verde,protesta,no hay alimentos,ni llego pollo. pic.twitter.com/DzsQpRijFs
— lucykelly (@lucykelly1950) octubre 27, 2015
La multitud aseguró que «en las colas hay chavistas y opositores, hay de todo».
«Esto esto no estaba así, esto está peor que nunca, y ellos dicen que hay a ¿container dónde? En la cuarta era feliz y no lo sabía, con la cuarta se vivía mejor que con este gobierno».
En el vídeo se muestra a un ciudadano que compró dos paquetes de café y un pote Nestum.
«Eso es lo que hay, mañana cuando vengan a comprar no hay porque se lo llevan ellos. ¿Qué le vamos a dar a nuestros hijos? ¿Café? No hay pollo, no hay harina, no hay leche, no hay azúcar, no hay pañales, no hay nada.»
